Hace justo una semana que, destrozada y confesando a su entorno más cercano que había tocado fondo, Ana María Aldón abandonaba el domicilio que comparte con José Ortega Cano en Madrid para poner rumbo a Cádiz. Allí continúa siete días después, guardando silencio y escenificando una separación física que ha servido para alimentar las especulaciones acerca de una inminente ruptura con el torero.

Mientras la colaboradora de 'Viva la vida' se refugia en Cádiz con su familia más cercana, el viudo de Rocío Jurado continúa con su día a día, intentando dar normalidad a su llamativo distanciamiento de Ana María. Sin embargo, es innegable que sus nervios están a flor de piel y no puede evitar perder los nervios cuando se le pregunta por los rumores de separación.