El pasado 14 de octubre Amaia Montero hizo saltar todas las alarmas al publicar, en sus redes sociales, una fotografía en blanco y negro despeinada, con profundas ojeras y una expresión de absoluta desolación, acompañada por un texto más preocupante si cabe que su aspecto: "Si la esperanza es lo último que se muere y todavía no la he perdido, ¿de qué me sirve la vida?".

Cinco semanas después, en las que su familia - que siempre se ha mantenido en un discreto segundo plano - se ha limitado a reconocer que la artista no atraviesa por su mejor momento, Amaia ha reaparecido compartiendo en su Instagram un extracto de una de sus canciones más populares, 'En la boca del lobo'.