Emulando a la serpiente multicolor ciclista, una caravana de seiscientos motos -según los organizadores-, en un recorrido de cerca de ocho kilómetros por las calles de Gijón, se unieron para reivindicar a las administraciones que cumplan con su obligación de preservar el buen estado de las carreteras y se protejan todos los guardarraíles, para evitar mutilaciones y muertes para aquellos motoristas que sufran accidentes. La convocatoria de la Unión Internacional en Defensa de los Motociclistas (IMU), que se celebró en 27 ciudades españolas, contó en Asturias con cerca de un millar de personas, ya que a la cita en la mayoría de los casos los motoristas acudieron con compañía, como Antonio Lago, que llevó de “paquete” a Silvia Carrera. “Las motos nos vemos discriminadas, los coches no nos respetan, somos como hormigas en una acera que no miran para nosotros y nos pisan”, lamentó Lago.
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