Tenía claro el motivo de su visita a Kenosha. En la agenda de Donald Trump, no había tiempo ni lugar para reunirse con la familia del afroamericano tiroteado por la policía y que dio inicio a las protestas en la ciudad. Encuentro que el tío de Blake agradecía que no se hubiera producido. Y mientras en las calles de la ciudad las marchas en su contra le recordaban el verdadero motivo de las manifestaciones contra la violencia policial al tiempo que pedían nuevamente su salida del poder de forma inmediata. Durante su visita, Trump ha recorrido los sitios más afectados por los disturbios y saqueos durante las protestas de la pasada semana. De las que ha vuelto a culpar a los demócratas y ha aprovechado para hacer campaña a dos meses de las elecciones, ensalzando una vez más la labor de la policía, en un estado que ya le ayudó a ganar las elecciones en 2016.