El cambio de mando en la dirección nacional del PP ofrece a Alejandro Fernández (Tarragona, 1976) un balón de oxígeno después de que la 'operación derribo' orquestada por la mano derecha de Pablo Casado, Teodoro García Egea, haya quedado en nada y el tándem, fuera de la cúpula.
Para ver este vídeo suscríbete a La Nueva España o inicia sesión si ya eres suscriptor.
¿Ya eres premium? Inicia tu sesión aquí