Adultos y niños, en su mayoría con trastornos del espectro autista, con algún tipo de discapacidad funcional, psíquica o física, se benefician de la equinoterapia o de la hipoterapia. Estas alternativas terapéuticas complementan los tratamientos tradicionales, aportando "numerosos beneficios, ya que se trabaja con la persona para mejorar su desarrollo físico, sensorial, psíquico, emocional y social", explica Yaiza Herrera, trabajadora social de la asociación Equitación Positiva.
Para ver este vídeo suscríbete a La Nueva España o inicia sesión si ya eres suscriptor.
¿Ya eres premium? Inicia tu sesión aquí