Mykhailo Makotra tiene siete años y lleva dos meses en Asturias. Huyó de la invasión de Ucrania con su madre y su hermano pequeño y su cara dibuja muy pocas sonrisas. "Buenos días", saluda con un perfecto castellano. "Para ellos fue muy difícil al principio porque echan de menos a sus abuelos, a sus amigos", explica su madre Nataliia Makotra. Su familia se aloja en un hotel ovetense desde hace varias semanas. Viven pendientes del móvil y de las noticias y las actividades deportivas que practican con el club Triatlón Oviedo se han convertido en su válvula de escape. "Nos ayuda a despejar la mente", añade Olga Motruk. "La experiencia está siendo muy positiva y para mí como entrenadora es un reto", asevera Ruth Gómez.
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