Después de ocho horas tratando de controlar el fuego en el monte Naranco, Oviedo acaba de activar la fase de emergencia (situación 2), la máxima en lo que a siniestros se refiere y cuando hay temor a que los efectivos disponibles no sean suficientes.

A esta hora son 65 los efectivos que se afanan en salvar casas y tratar de impedir el avance de los focos en el monte ovetense. Por la noche, desde la una y media de la madrugada, cuando saltó la alarma por los incendios, fueron cuarenta los bomberos y policía desplazados a puntos como Fitoria, donde fueron desalojadas viviendas a las cuatro de la mañana.

Eduardo Llano, vecino del monte, con una vivienda muy próxima a la parrilla Buenos Aires, relataba cómo la policía había venido a avisarle a las dos de la mañana. Sacó a la familia de allí, a su mujer y a su hija, y ahora temía, con lágrimas en los ojos, que un nuevo cambio en la dirección del viento no acabara con su vivienda.

El Alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, desplazado a la zona, condenó los incendios, intencionados, según apuntó, y lamentó el desastre provocado: "Esto no aporta nada a nadie, solo desastre. Yo que llevo más de 30 años vinculado al Naranco os puedo decir que no había pasado nunca nada así, algún incendio pero no esto. El disgusto es tremendo, no lo entiendo, no entra en mi cabeza que se haga algo así".