Pese a que la lluvia se ha empeñado en complicar la tarde más especial para los niños, Melchor, Gaspar y Baltasar ya están llenando de ilusión las calles de Oviedo en la tradicional cabalgata de Reyes. "Salimos sí o sí. Vamos con todo", zanjaba la concejala de Festejos, Covadonga Díaz, mientras la lluvia no cesaba. E incluso caía con fuerza. El desfile batió por segundo año consecutivo el récord de participantes, con 41 pasos y 1.700 figurantes. Los trajes más delicados fueron tapados con chubasqueros como solución de urgencia. La cabalgata ha sufrido algún percance, sobre todo con un par de resbalones por parte de los caballos que tiran de las carrozas de los Reyes. Estas incidencias, unidas a la rotura de algún arnés también de los caballos, han aumentado algo más el retraso del desfile, demorando algo más el momento de la adoración al Niñó Jesús en la plaza de la Catedral.