Rendidos a una actuación estelar de la NDR Elbphilharmonie, los melómanos ovetenses envolvían anoche en una cerrada y larga ovación a la orquesta alemana, cuando aún no sabían que iban a vivir uno los momentos más intensos de la temporada en el Auditorio. Finalizado el programa, el titular de la agrupación de Hamburgo, Alan Gilbert, empuñó la batuta para interpretar una hermosa versión del "Asturias, patria querida", cuyo arreglo corresponde a Simone Candotto, trombonista de la propia orquesta. Conforme la pieza cobraba intensidad y ganaba en emoción, iría levantando de sus butacas a todos los asistentes hasta culminar con el Auditorio completamente en pie y con más de uno con la vista nublada por el llanto. Fue un instante inolvidable, de los que erizan el vello y justifican la entrada.