Este hombre gritó en mitad de la Audiencia General del Papa Francisco que esta no es la Iglesia de Dios. El hombre, alterado, gritaba contra el uso de las mascarillas en la Iglesia y contra el pontífice. Francisco pudo escucharle y quiso zanjar el asunto pidiendo a los presentes que rezasen todos por él, por nuestro hermano que está sufriendo, porque si estaba gritando es porque está sufriendo. Hay algo que necesita. No seamos sordos a las necesidades de este hermano. Recemos juntos a la Virgen por él, dijo. El individuo fue acompañado fuera de la sala sin mostrar resistencia por miembros de la Gendarmería vaticana.