Un kraken en Villaviciosa: la histórica captura del calamar gigante (con tentáculos de casi ocho metros de largo) frente a la costa de Oles

"Pesaría 300 o 400 kilos", rememora Abelardo del Valle (Belalo), veterano marino de Tazones

Una pieza del Museo del Calamar Gigante de Luarca.

Una pieza del Museo del Calamar Gigante de Luarca. / Ana Serrano

J. A. O.

Un calamar gigante con tentáculos de casi ocho metros de largo y de unos cuatrocientos kilos de peso. El misterioso y temido kraken. El veterano marino de Tazones Abelardo del Valle, conocido popularmente como Belalo, ha navegado alrededor del mundo y ha visto prácticamente de todo en la mar, pero jamás olvidará aquella jornada de 1955 en la que, siendo un chaval, salió con su padre al abareque (pesca de sardina con malla) y acabó capturando tan tremenda pieza.

El propio Belalo recuerda, en una grabación incluida en el archivo de la tradición oral que recopila la Fundación José Cardín, como aquel día se hizo a la mar en la embarcación paterna y que, justo debajo de Oles, en la conocida como Punta l´Olivo, observaron un gran remolino en el agua, que, por lo demás, estaba en absoluta calma. Tras acercarse, comprobaron que se trataba de un calamar gigante que estaba "medio moribundo". "Pesaría unos 300 o 400 kilos y tenía unos tentáculos de siete metros y medio de largo, aunque le faltaba uno", rememora Del Valle. Tras engancharlo, contaron con la colaboración de otra embarcación local -"la de Raimundo, el padre del Preciosu"- para poder llevar el kraken a puerto. Lo que hicieron fue partirlo en trozos de 40 y 50 kilos y repartirse la carga. El peso era tal que los barcos llegaron calados a Tazones.

Los pescadores dejaron el calamar en el puerto, donde se fue descomponiendo. "Era amoniaco puro", rememora Abelardo del Valle para el archivo de la Fundación Cardín. Con la carnaza del kraken se preparó un palanque para el congrio que, según el veterano marino, no tuvo éxito. Sin embargo, Belalo nunca ha olvidado aquella faena tan especial y en la que tuvo ocasión de capturar un calamar gigante, uno de los animales más misteriosos del mundo, en la costa maliayesa.

El kraken es un animal marino de inmersión profunda que alcanza dimensiones extraordinarias, de hasta diez 10 metros en el caso de los machos y de hasta 13 metros para las hembras. Aunque se ha hablado de ejemplares de mucho más de veinte metros y media tonelada de peso, su existencia no se ha podido confirmar.

Los expertos creen que el Principado tiene características naturales que favorecen la presencia de calamares gigantes en sus aguas. Los cañones submarinos que cortan transversalmente la plataforma, y que llegan hasta 20 o 30 millas de la costa, son una de ellas, ya que al kraken le gusta ocultarse en la profundidad, donde se siente protegido para llegar a sus lugares de pesca favoritos». Además, aquí también encuentra numerosos bancos de bacaladilla, su presa mayor.