La lucha de Dorado, exjugador del Sporting enfermo de leucemia que recibirá el jueves un trasplante de médula de su hermana: "Es mi cuarta recaída"

"El mejor consejo es no perder nunca el ánimo y rodearte de la gente que te quiere, da fuerza", afirma el exrojiblanco, ingresado en el Hospital Son Espases de Palma de Mallorca

Por la izquierda, Miguel, Javi, Javier y Nico Dorado, en Mareo, durante la última visita de la familia a Gijón. | J. Dorado

Por la izquierda, Miguel, Javi, Javier y Nico Dorado, en Mareo, durante la última visita de la familia a Gijón. | J. Dorado / Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

"Tengo la suerte de estar bien". La energía de Javier Dorado Bielsa (Talavera de la Reina, 1977) es envidiable. El exjugador del Sporting fue diagnosticado hace seis años de leucemia. Desde entonces ha protagonizado una lucha constante por superar una enfermedad que ha vuelto a tirarle un regate. "Es mi cuarta recaída", explica quien atiende la llamada de LA NUEVA ESPAÑA desde una habitación del hospital Son Espases de Palma de Mallorca, en un enorme gesto de generosidad para compartir su experiencia con quien esté pasando por su situación. Allí, "aislado de todo", recibirá el jueves un trasplante de médula de un donante especial. "Mi hermana Sara se ha hecho todos los estudios y es cien por cien compatible. Me están preparando", detalla.

"Son cosas que vienen y esto hay que cogerlo de la mejor manera posible", resume, siempre humilde, Javi Dorado. Formado en las categorías inferiores del Real Madrid, donde llegó a debutar en el primer equipo y levantar la octava Copa de Europa del conjunto blanco, los años no han difuminado ni un ápice el enorme valor que da a las tres temporadas que vistió de rojiblanco (2003-2006). Todas en Segunda División y en momentos de problemas de impagos. Sin embargo, a Dorado le sigue pareciendo "el mejor sitio en el que he estado como futbolista".

De ese cariño que sintió en Gijón y que, afirma, hizo la "experiencia diferente a las demás", se agarra ahora para superar la nueva batalla que le ha planteado la leucemia. "Tienes dos opciones: o tomártelo mal o intentar asumirlo bien, de la mejor manera posible. El mejor consejo para quien esté pasando por esto es no perder nunca el ánimo y rodearte de la gente que te quiere, da fuerza", señala después de que el último tag al que se sometió revelara la necesidad de un nuevo tratamiento. "Hace un par de semanas fue cuando hicieron pruebas a mis cuatro hermanos, y de ahí salió la compatibilidad con Sara", amplía. Ella, que reside en Talavera, donde creció la familia, se trasladó a Palma para apoyar a su hermano. Javi vive en Mallorca desde que cambiara Gijón por la isla, donde defendió los colores del último finalista de la Copa del Rey.

Javier Dorado no olvida que su última recuperación tuvo un premio muy sportinguista. "El pasado mes de diciembre ya tuve que pasar un tiempo aislado y mi mujer me dijo que en cuanto me curase, me tenía preparado un viaje a Gijón. Me hizo allí una fiesta sorpresa con muchos excompañeros y además vimos luego el derbi asturiano", recuerda de una visita en la que le acompañaron también sus tres hijos, Javi, Miguel y Nico. Entre quienes esperaban al exrojiblanco estaban exfutbolistas como Samuel Baños, Javi Fuego, Gerardo Noriega, Isma Piñera, Raúl Lozano, Juanjo González, Omar Sampedro o Chus Bravo, entre otros. También técnicos como Ciriaco Cano, Iñaki Tejada, el preparador físico Gerardo Ruiz y el exjefe de prensa rojiblanco Leli Rubiera. "El Sporting es algo especial", repite el talaverano.

Socio del Mallorca y reconocido seguidor del Real Madrid, Dorado asegura que sigue cada partido del Sporting por televisión. "No solo soy yo sportinguista, también mis tres hijos. El mayor, Javi, está ahora en Valencia estudiando Ingeniería Mecánica, y los dos pequeños están aquí, en Palma, jugando al fútbol. Miguel es el único que salió zurdo. Juegan en La Salle, lo hacen bien, pero ya saben que en el fútbol es complicado llegar a un nivel alto", dice de quienes son, junto a su mujer, "mi mayor estímulo".

Dorado, talentoso lateral recordado por una fina pierna izquierda y una incansable capacidad para desbordar, ve ahora al Sporting en buena carrera para conquistar el deseado ascenso. "Veo al equipo serio, bien formado, fiable en casa. Lo importante es poder llegar al final enlazando dos o tres victorias. Es clave ganar al Villarreal B", subraya antes de despedirse. "No se preocupe, la fuerza de haber sido futbolista ayuda", concluye el siempre batallador Dorado.

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