Oviedo, Ángel FIDALGO

Los pescadores asturianos rechazaron ayer la propuesta de la Comisión Europea de disminuir los días de pesca de merluza y cigala, lo que supondría rebajarlos de las 216 jornadas actuales a 194. Esta medida -totalmente contraria a la posición del Gobierno español, que reclama un aumento de los días de faena- afectaría a unos 120 pesqueros del Cantábrico. Las cofradías asturianas también se oponen a que la veda de la anchoa se abra el próximo mes de julio, como pretenden los franceses.

El presidente de la Federación Asturiana de Cofradías, Dimas García, señaló que «plantear ahora una reducción de un 10 por ciento de los días de pesca de merluza en el Cantábrico no tiene sentido, precisamente cuando los informes científicos constatan la recuperación de esta pesquería». En cuanto a la polémica suscitada por la pretensión de Francia de levantar la veda de la anchoa en julio, García fue igual de contundente: «Sólo admitimos que se abra la pesquería en el mes de junio y que sea sólo en este mes cuando pesquen los franceses, ya que, de esta manera, no coincidirían faenando con nosotros». De ser así, no vería inconveniente en que de las 8.000 toneladas que la UE quiere fijar como tope máximo de captura el 10 por ciento sea para Francia.

Chicharro

Con respecto al chicharro, la propuesta de Bruselas mejora el tope máximo de capturas, y establece una cuota para España de 15.405 toneladas, mientras que para el pixín en el Cantábrico y aguas ibéricas se incrementan las capturas de 1.466 a 1.564 toneladas. Además, España obtendría, según la propuesta de la Comisión, un total de 22.711 toneladas del tope máximo de capturas, que se fija en 1.266.282 toneladas para la bacaladilla en aguas irlandesas, escocesas, Gran Sol y del Cantábrico. Los países de la UE calificaron de insuficiente esta propuesta y España pide mejoras en los casos de la merluza, el pixín o el gallo, según fuentes comunitarias.