Santiago del Monte,

Alejandro ÁLVAREZ

El nuevo avión CN-235 de Salvamento Marítimo que patrulla desde el pasado mes de junio toda la franja del litoral galaico-cantábrico hizo escala ayer en el aeropuerto asturiano de Santiago del Monte (Castrillón), donde fue presentado en sociedad. El delegado del Gobierno, Antonio Trevín, y el comandante de Salvamento, Fernando Serrano, fueron los encargados de dar la bienvenida al nuevo aparato.

La flamante aeronave, cuyo coste ha superado los 27 millones de euros, está equipada con alta tecnología para la lucha contra la contaminación y todo tipo de siniestros en el mar, y ha sido bautizada con el nombre de «Rosalía de Castro». Su entrada en funcionamiento ha permitido, según afirmó Antonio Trevín, aumentar el número de aparatos que operan en el norte del país, hasta situarlo en cuatro (un avión y tres helicópteros), lo que, a su entender, redundará en una mejora considerable del servicio. «La adquisición de este aparato es un hito. Se trata del primer avión de este tipo sufragado totalmente con medios públicos», matizó el delegado del Gobierno.

Todoterreno

Por su parte, el comandante Serrano destacó las características del aparato, que calificó de «todoterreno», y recordó que desde que entró en funcionamiento, hace nueve meses, ha detectado tres casos de vertidos incontrolados de carburante y fosfatos al mar.

Según los datos ofrecidos por el máximo responsable de la tripulación, el avión tiene una capacidad de permanencia en vuelo superior a las 9 horas. Esa autonomía, explicó, le da un alcance de más de 3.700 kilómetros y un radio de acción de 1.850, con una velocidad de 473 kilómetros por hora.

Con su entrada en funcionamiento, Salvamento Marítimo considera que la flota del Cantábrica está al completo. Además del CN-235, cuenta con dos helicópteros Helimer 203, uno en Gijón y otro en Coruña, y un Dauphine, que se destinará previsiblemente al aeropuerto de Santander, según avanzó Trevín.

Del Miño a Irún

El nuevo avión cubre la denominada zona atlántica, desde la desembocadura del Río Miño, en La Guardia, hasta Irún, en el País Vasco. Un segundo avión de estas mismas características se ocupa de la llamada zona mediterránea, comprendida entre la frontera sur de Portugal, el Estrecho de Gibraltar y la costa mediterránea, incluyendo las Islas Baleares. Finalmente, un tercer avión opera en la zona de salvamento que circunda Canarias, donde tiene su base.

EADS-CASA firmó hace dos años con el Ministerio de Fomento el contrato de suministro de estos tres aviones destinados al salvamento, la prevención y la lucha contra la contaminación marina por un importe global de 82,5 millones de euros.

La titular de Fomento, Magdalena Álvarez, y el presidente del fabricante, Francisco Jiménez Sainz, fueron los encargados de suscribir el contrato. Los aviones están equipados con lanzador de marcadores y balsas, detección de vertidos contaminantes ilegales, transmisión de datos e imágenes y cálculo de vertidos al mar.