Lo que ha dicho Berlusconi sobre las mujeres del Gobierno de Zapatero lo piensa una buena parte de los varones españoles, y también no pocas de sus féminas, para qué vamos a engañarnos. En España la presión ambiental de lo políticamente correcto es tan grande que toda esa gente no dice en voz alta lo que piensa, y tiene que esperar a que lo cante Berlusconi para luego hacerle el eco en corrillos y cuchicheos. Aunque cueste trabajo imaginarlo, muchas personas de toda clase, rango y formación, aún creen que las mujeres están menos capacitadas que los hombres para cargos de responsabilidad, e incluso para casi todo, salvo la maternidad. Berlusconi nos hace el favor de poner rostro y voz en pantalla a ese machismo ignorante y primario (una verdadera discapacidad del portador), pero, escarbando un poco, todos lo tenemos muy cerca, y se resiste con desesperación a irse para siempre.