Oviedo, M. I. S.

LA NUEVA ESPAÑA ofrece a partir de mañana a sus lectores las tazas de desayuno de los Gormiti, los muñecos que triunfan entre los escolares asturianos. Por sólo 1,95 euros, los seguidores de estos monstruos con superpoderes podrán hacerse con el tazón del primer Gormiti: «El Señor de la Tierra».

El resto de las entregas, que llegarán a los quioscos en las seis semanas sucesivas son: «El señor del Bosque», «El Señor del Mar», «El Señor de los Cielos», «El Señor del Volcán», «El Señor de la Luz», y «El Señor de la Oscuridad». Cada día de la semana los pequeños de la casa podrán disfrutar del desayuno con el tazón de su personaje preferido.

Desde que se puso a la venta la serie 1 de los Gormiti, en septiembre de 2007, la familia de poderosos seres no ha parado de crecer hasta llegar a la actual, la 3, que se encuentra en el mercado desde hace pocas semanas. Estos muñecos, de apenas seis centímetros de altura, están causando furor entre los niños de edades comprendidas entre los 5 y los 10 años.

Los Gormiti son uno de los artículos más demandados en las jugueterías. Por toda Asturias corre una especie de «gormitimanía». La fiebre de los escolares por estas figuritas coleccionables ha provocado que en la mayoría de los quioscos, jugueterías y grandes almacenes se hayan agotado.

Los antiguos cromos que se intercambiaban a la salida de clase con los compañeros de colegio han quedado obsoletos. Ahora lo que está de moda es coleccionar estos monstruos tan especiales. La historia de los Gormiti fascina a los niños: proceden de un pueblo pacífico que habitaba en la isla de Gorm desde tiempos inmemoriales. Vivían en armonía bajo la guía del Viejo Sabio de la cultura Gormita, experto en los secretos de la magia. El pueblo estaba situado a los pies del Monte de Fuego, un volcán al que todos temían pero que hasta entonces nunca había dado signos de estar despierto. Un día hubo una gran explosión. Empezaron a aparecer unas criaturas extrañas, nacidas y moldeadas por la lava abrasadora. Surgidas de las entrañas de la Tierra. las criaturas se impusieron, atrapando y matando a todos los habitantes de Gorm. Su señor sólo podía sobrevivir mediante las almas de los Gormiti. Fue el principio.