Oviedo, M. P.

«Para Asturias, los diez años de Areces son diez años perdidos». Sergio Marqués, el único presidente del Principado no socialista de la democracia, otorga a su sucesor un «suspenso absoluto» y empieza el juicio por el final, «por lo que acaba de pasar con la financiación autonómica, un aviso más de que este Gobierno ha sido incapaz de sacar adelante una reforma estatutaria, no sé si porque no sabe, no quiere o no puede. Lo que está claro es que en ese asunto de la financiación no es lo mismo ser una comunidad que otra o tener un estatuto que otro».

El argumentario del ex presidente avanza por las comunicaciones, que «siguen igual que hace diez años, sin terminar la Autovía del Cantábrico ni la de La Espina ni la variante de Pajares...». A su juicio, además, «la crisis económica ha reventado en las manos del Gobierno. Pueden decir que no es culpa suya, pero no es menos cierto que a la vista de las medidas que tomaron antes o eran ciegos y no se enteraban o no supieron qué hacer con ella». Por no hablar, continúa, de un «desarrollo institucional trufado de enfrentamientos e incompetencias como la carrera profesional, el problema de la Universidad, que sigue sin resolver, o los de la Sindicatura de Cuentas». Marqués busca sectores insatisfechos y encuentra «los agricultores, la pesca, que se la han cargado; los astilleros, que están desaparecidos... La situación de parálisis es completa».