Oviedo, P. G.

José Naveiras, «Pepe el Ferreiro», director del Museo Etnográfico de Grandas de Salime, fue de los pocos «invitados» del PP ayer a la Junta para responder a sus preguntas sobre la auditoría de la Sindicatura de Cuentas, que utilizó su turno de exposición.

Y Pepe el Ferreiro lo hizo para ser muy duro con la clase política en general y con el PP en particular. Tras pasar la noche en Oviedo en un hotel - «acabaré reclamándole a alguien los gastos»- para poder acudir puntual a la cita (nueve de la mañana) y evitar el largo viaje desde Grandas de Salime a la capital, el Ferreiro se despachó a gusto durante unos diez minutos. «Esto parece un teatro de titiriteros donde la escoba golpea a la bruja o al malo cuando sólo se trata de mover los hilos. Señorías, muevan algo más y demuestren su eficacia», dijo para espetar a los diputados regionales: «Esto es una pantomima».

Pepe el Ferreiro se quejaba de que ya en una anterior comparecencia había dado cuentas sobre la gestión del museo que dirige. «Me hacen perder el tiempo», afirmaba relatando cómo meses atrás acudió a la Junta con las cuentas del museo a petición del PP y «nadie las quiso». «Me usan como un cebo ante aquellos a los que quieren atacar», decía mientras aclara que ya no está en los órganos de gestión del museo.

Ante esto, Ramón García Cañal (PP) replicó a Pepe el Ferreiro que «tiene la obligación de venir aquí a rendir cuentas porque en el museo hay dinero público» y resaltó que la Sindicatura señala en su informe que desde el museo «no se envió la documentación requerida, lo que significa que el museo funciona mal».