Oviedo, L. Á. VEGA

Singapur es el país del mundo donde menos se hace el amor. Lo dicen las encuestas sobre frecuencia de encuentros sexuales, pero también lo dejan claro los números. Este pequeño estado asiático de unos cuatro millones de habitantes tiene una de las tasas de fertilidad, más bajas del mundo, 1,08 niños por mujer fértil. Ni pagando a las parejas ha logrado el Gobierno que se volviesen las tornas. Asturias está en latitudes culturales y climáticas muy diferentes, pero presenta una tasa de fertilidad similar, 1,082 niños por mujer. La región presenta una tasa que anda cerca de la de otros territorios con graves problemas demográficos, como Hong Kong, con un niño por mujer; Taiwán, con 1,13; o Macao, con 0,91.

La buena noticia es que la natalidad ha crecido en los últimos años, de forma que el número de niños por mujer vuelve a estar en los niveles de 1988. La mala es que la tasa sigue siendo demasiado exigua, comparada con los 2,4 niños por mujer que había en la región en 1976.

Está además muy lejos de los 2,1 niños por mujer que se precisan para asegurar el recambio generacional. De ahí que las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) estimen que el Principado tendrá 50.000 habitantes menos en 10 años, y que perderá 54.000 menores de 30 y ganará por contra 12.000 mayores de 80, como ya publicó LA NUEVA ESPAÑA.

No obstante, el Singapur demográfico español no está solo. Dos provincias gallegas, Lugo y Orense, tiene una tasa de fertilidad más baja incluso, 0,960 y 0,994 niños por mujer. Y también están por debajo dos provincias leonesas: León, con 1,077, y Zamora, con 0,973. Estas cuatro provincias, junto con Asturias, dibujan un Noroeste que da la razón a quienes lo consideran el nuevo Sur que precisa de la atención del Estado, con una población envejecida y decreciente, lo que obligará a comprometer ingentes recursos, y un territorio alejado de los ejes de mayor crecimientos económico, poco atractivo para los inmigrantes.

La tasa de fertilidad asturiana está muy lejos de la española, situada en 1,31 niños por mujer, frente a los 1,15 que presentaba en 2000. La alta inmigración registrada en los últimos años explica la recuperación. Lejos de converger demográficamente, Asturias se aleja de Europa. Gran Bretaña, Francia, Alemania, incluso los países escandinavos, recuperan su natalidad, aunque no se garantiza el aumento de población.

«Visto que no somos una región migratoria y que la tasa de fertilidad está por debajo del nivel de reemplazo, el marco es de retroceso en la población. Es difícil que pueda recuperarse», opinó la demógrafa Berta López, de la Universidad de Oviedo. El panorama es aciago.

Regiones en rojo

Asturias registró en 2008 33,34 nacidos por cada 1.000 mujeres en edad fértil (de entre 15 y 49 años). Son niveles similares a los de 1988. La comunidad de Galicia contabilizó 35,27 nacimientos, por encima de Asturias. Otra región con baja natalidad, Castilla y León, registró 36,59 bebés por cada 1.000 mujeres fértiles.

Regiones en verde

Melilla y Ceuta presentan la tasa de fertilidad más alta: 80 niños por 1.000 mujeres. Madrid y Cataluña también presentan altas cifras: 48 y casi 50, respectivamente.