Oviedo, J. A. ARDURA

El debate sobre la incineradora de Serín llegó ayer al Parlamento asturiano, donde Izquierda Unida pidió a sus socios de gobierno del PSOE que no tengan «una posición talibana» en la defensa de la construcción de una planta que queme 450.000 toneladas de basura al año. El PP reclamó un debate «serio, social y riguroso». El consejero de Infraestructuras y Medio Ambiente, Francisco González Buendía, respondió que ese debate, «amplísimo», ya ha tenido lugar y que ahora es el momento de tomar una decisión, pues el actual vertedero estará al límite de su capacidad en 2015.

Los socios de gobierno, PSOE e IU, evitaron entrar en un enfrentamiento «cuerpo a cuerpo» en la interpelación presentada por el único grupo de la oposición, el PP, pero volvieron a dejar patente la distancia de sus planteamientos acerca de la macroincineradora. Eso sí, la diputada Emilia Vázquez, profesora de Genética en la Universidad, aseguró que el plazo de 2015, esgrimido por la FSA, Cogersa y el consejero de Medio Ambiente, «parece una verdad revelada, porque lleva hablándose de ese año desde 2001. Y las verdades reveladas casi nunca se cumplen», planteó a la Junta General del Principado. Emilia Vázquez también sembró dudas sobre las cifras de basura que llegan a Serín, que, según Cogersa y Buendía, rondan las 700.000 toneladas anuales. «No me cuadran esas cifras», sostuvo la diputada de IU, quien admitió que la incineración se lleva a cabo en países como Alemania y Francia, con porcentajes de reciclaje muy superiores a los de Asturias.

El diputado del PP reprochó al Gobierno «haber suspendido en reciclaje y reducción de basuras», pero aseguró que su grupo parlamentario «está dispuesto a buscar consensos» porque, desde su punto de vista, la decisión adoptada en el seno de la FSA y trasladada al Gobierno regional para agilizar la incineradora «ha sido poco meditada y muy precipitada». El presidente popular, Ovidio Sánchez, calificó de «disparate» un proyecto de esa dimensión. El consejero de Medio Ambiente acusó a la oposición de generar «dosis de desconfianza entre los ciudadanos» y mantuvo que «ha llegado el momento de la tomar decisiones y de la responsabilidad política». También Areces terció ayer en un asunto que siempre ha hecho saltar chispas con sus socios de gobierno, apelando a la tranquilidad. «Creo que este tema debemos de serenarlo. En el seno del Gobierno no se discutió este asunto el miércoles, pero es un tema que Cogersa ya se ha planteado en 2003, cuando lo incluyó en su plan de futuro», un plan que han esgrimido tanto Migoya como Buendía para evitar que la decisión vuelva al escenario de la Junta. «Creo que las diferencias con IU no deben pasar de mera anécdota», pidió Areces.