Avilés, Myriam MANCISIDOR

Trufa de chosco. Éste ha sido el bocado ganador del III Campeonato de Asturias de Pinchos y Tapas, que este año ha tenido su sede central en Avilés y en el que han participado 168 establecimientos de toda la región. El responsable de elaborar este plato minimalista, Pepe Ron, del restaurante Blanco de Cangas del Narcea, recibió ayer «emocionado y sorprendido» la «Montera picona de oro» que lo acredita como vencedor de este certamen, ya consolidado en el mapa nacional al ser el que suma más establecimientos adheridos. En segundo lugar quedó La Taberna del Zurdo de Oviedo, representada por Rodrigo Roza, que ofreció minichuleta con «ternera royal». La «Montera picona de bronce» fue para José María Puente, de Siero, con su milhojas de manitas, morcilla y foie.

Los ganadores resultaron elegidos entre 15 finalistas y, además, hubo cuatro menciones especiales. El premio del público a la mejor tapa, elegido por los lectores de LA NUEVA ESPAÑA a través de la web del diario -www.lne.es-, fue para el Café Gaudí de Gijón. El Entrevinos de Oviedo, Blanco de Cangas del Narcea y El Txoco de la Posada de Avilés también recibieron menciones especiales por sus tapas.

El jurado, liderado por Eduardo Méndez, presidente de la Academia de Gastronomía Asturiana, consideró que estos premios, con los que colabora LA NUEVA ESPAÑA, suponen «la democratización de la cocina experimental». «Ahora corren buenos tiempos para las tapas: prisas, crisis, informalidad», dijo además Méndez, y abogó para que los hosteleros plasmen en sus cartas el nuevo concepto de la cocina asturiana. El director de Fenicia, la empresa organizadora del campeonato, Iván de la Plata, destacó que gracias a este concurso Asturias «suena en toda España». Según los organizadores, el máximo de ventas se alcanzó en Gijón, donde un local llegó a suministrar 2.000 pinchos.