León, Nicole CACHO

El primero en llegar al Coto Escolar de León -competencia del Consistorio castellano-leonés- fue «Ponderoso». Apenas tenía 6 meses de edad y hoy, con sus casi 500 kilogramos de peso, es uno de los osos en cautividad más grandes de España. Al año llegó «Luna», con un pelaje más grisáceo y más pequeña de tamaño (unos 400 kilos), pero con más genio que «Ponderoso». No existe mucha información sobre si nacieron o no en cautividad, pero lo cierto es que llevan casi dieciocho años encerrados en el Coto Escolar, tiempo que ambos plantígrados han estado conviviendo en una jaula de 600 metros cuadrados. Ahora, el Ayuntamiento de León busca nueva «casa» para estos osos pardos, y esperan encontrar una solución parecida a la que Asturias dio a «Paca» y a «Tola»: un terreno montañoso cercado donde vivan el resto de sus 20 años de vida en semicautividad, y que a la vez sea accesible al público para que pueda aprender sobre ellos. ¿El problema? El de siempre: la financiación de la medida.

«El imitar el entorno de "Paca" y "Tola" comenzó cuando varios ayuntamientos leoneses se enteraron de que habíamos presupuestado 100.000 euros para triplicar el espacio de los osos en el Coto», narró la directora del centro municipal, Raquel Martínez. «Desde entonces, hemos recibido muchas ofertas de municipios dispuestos a donar hectáreas para que se construya un cercado, pero el problema no sólo está en el terreno, sino en el mantenimiento de los osos y en la construcción del cercado», explica Raquel Martínez.

«Lo que queremos es humanizar la situación de los osos, y hemos estado en contacto con diversas fundaciones e instituciones», informó el concejal responsable del Coto Escolar, Agustín Pérez Lamo. Así, mantienen varios frentes abiertos: desde enviar a los osos a un zoológico de Córdoba o, en una situación idílica, reproducir el entorno de Proaza en suelo leonés. Algo que, según Pérez Lamo, no se conseguirá sin el apoyo de la Junta de Castilla y León o de una entidad privada. Y es que, como señaló el concejal, sólo la construcción del cercado supondría una inversión aproximada de medio millón de euros.

«Nosotros de pronto estamos pidiendo casa para una tonelada de osos de 17 años hiperadaptados a su medio. En caso de moverlos, el estrés de estos animales es muy difícil de eliminar. Poco o mucho, están hechos a lo que ya tienen aquí», denunció el edil, que señaló que se han realizado contactos con la Fundación Brigitte Bardot, que tiene un refugio de plantígrados en Bulgaria, y con la Fundación Oso de Asturias, entre otros.

«Les mandamos las fotos (a la Fundación Brigitte Bardot), pero ellos están acostumbrados a osos centroeuropeos que han sufrido agresiones terribles, que no pueden alimentarse, etcétera. No les interesa porque, dentro de los casos que están manejando, éstos no tienen problemas graves», explicó Pérez Lamo. Por su parte, la directora del centro informó que desde la Fundación asturiana les dijeron que «por el momento no había lugar para ellos». «Zonas como Cabárceno... eso está de osos hasta los topes», indicó Pérez, que se lamenta de que «la Junta de Castilla y León no quiere ni oír hablar de los osos de León». «El caso de "Paca" y "Tola" en Proaza lo ven nuestros alcaldes y les gusta, y queremos que se haga algo parecido. Nos parecería estupendo que acabaran en una zona de la montaña que sujetara la economía de la provincia», comentó el concejal.

«Pero ésos son proyectos que ni los ayuntamientos de estas poblaciones tan pequeñitas ni nosotros podemos afrontar. En cuestión de inversiones tendría que ser la mancomunidad, la Diputación o, bien, una fundación privada o la Junta. Estamos hablando de una inversión de medio millón de euros», añadió.

El concejal encargado del Coto afirma que como recurso más inmediato y plausible es el traslado de «Luna» y «Ponderoso» a Córdoba, ciudad que está en proceso de hermanamiento con León. «Tienen un zoológico allí y, en principio, han mostrado cierto interés; hemos estado intercambiando información», señaló. «Una de las garantías que pedimos es que sea una institución estable, que posea una razonable seguridad de que aquello vaya a durar al menos veinte años y que los osos estén mejor que aquí», reiteró Pérez Lamo. «Pero si en el Coto no podemos ofrecerles las dos hectáreas y simular en suelo urbano un entorno salvaje, al menos haremos su espacio más cómodo», sentenció Raquel Martínez.

Lo cierto es que «Luna» y «Ponderoso» son de alguna manera víctimas de los trámites que no se realizaron allá por el año 1995 cuando se firmó el Convenio Internacional de Tráfico y Comercio de Especies Salvajes en Peligro de Extinción (CITES). «Cuando se hizo el convenio, hubo unos años de ventana de legalidad», indicó el edil leonés. «En España hemos pasado de la lógica de la casa de fieras en donde lo importante era el visitante a compartir con los países más avanzados la idea de que en los zoológicos el centro es el animal», explicaron desde el Coto Escolar. «En su día no se hizo ese trámite», admitió Pérez Lamo.

«Ahora mismo es muchísimo más complicado, porque las exigencias del código CITES dejan fuera a estos animales, pero con todo y con eso es el problema menor. Como personas nos quedamos compungidos porque estamos mostrando animales en cautividad, y eso no es ni educativo ni presentable», concluyó.

A eso hay que sumarle que el mantenimiento por parte de un Ayuntamiento de una tonelada de osos en estas condiciones no sale precisamente «rentable».

Se alimentan de pienso, como dicen sus cuidadores, pero «Ponderoso» y «Luna» tienen algunas debilidades culinarias: los macarrones con tomate y los yogures. «Son como golosinas para ellos», comenta la directora del Coto Escolar de León, Raquel Martínez. Para que los plantígrados se acercaran a la reja, Eduardo Rubio, que lleva cuidando a «Luna» y a «Ponderoso» desde que llegaron, les ofrece yogures de la Central Lechera Asturiana. Los osos no tardaron en acercarse y en vaciar media docena de envases en cuestión de varios lametazos.