En 1967 Otero Novas fue destinado como abogado del Estado a Lugo, e Iglesias Riopedre -que antes había impartido clases en Santiago de Compostela-, llegó como profesor de Filosofía al instituto de Monforte de Lemos.Tras pronunciar una conferencia sobre marxismo se encontró con que un informe policial la había calificado de subversiva. «Recuerdo -explica Otero Novas- que el carácter subversivo era más por las opiniones del conferenciante en materia de religión que de política o filosofía. Me pidió ayuda y yo, que estaba en condiciones de dársela, se la presté; pudo superar el bache, aunque poco después decidió marcharse a Alemania a ampliar sus estudios de filosofía».