Oviedo / Madrid,

J. E. M. / Agencias

Los populares asturianos (fracturados entre los afines a la dirección regional y a los líderes locales de Oviedo, Gijón y Avilés: Gabino de Lorenzo, Pilar Fernández Pardo y Joaquín Aréstegui, en ese orden, y los partidarios del ex ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos) calaron ayer la bayoneta y entraron sin miramientos en la pelea cuerpo a cuerpo. El PP está en guerra, ya no hay disimulos.

Cruces de acusaciones de toda índole elevaron la tensión interna, en un proceso relámpago que varios líderes populares han bautizado ya como «gran ofensiva de los dirigentes casquistas», que, según esta versión, estarían tratando de escenificar una situación de «quiebra orgánica» que haga a la dirección nacional del PP valorar la posibilidad de convocar el congreso extraordinario, tal como exige Cascos para optar a ser candidato en las próximas autonómicas.

Pero no, en Madrid la cúpula popular, con sede en el número 13 de la calle Génova, sigue confiando en que el PP de Asturias alcance un acuerdo interno. Así se posicionó ayer al menos la responsable de organización, Ana Mato, que, según la versión transmitida por carta por el ex Ministro a los diputados nacionales, conoce el conflicto de viva voz del mismo Cascos. Mato hablaba así mientras en Asturias el choque llegaba a la Junta General del Principado, con duros cruces de acusaciones entre los diputados casquistas y la dirección del PP.

El primer envite del día llegó de mano de los responsables de la plataforma casquista Pedimos la Palabra, que ofreció una rueda de prensa a la que LA NUEVA ESPAÑA no fue convocada. Su portavoz, Enrique Álvarez Sostres, con el que este periódico intentó contactar sin éxito, aseguró que el colectivo, que lleva a cabo una recogida de firmas para pedir que Cascos sea el candidato popular en las autonómicas, cuenta ya con más de 7.000 rúbricas de afiliados. Sostres, que fue delegado del Ministerio de Educación en Asturias, anunció también que la plataforma ha pedido al comité nacional de conflictos y garantías del PP que «ampare los derechos de los afiliados, menoscabados por aquellos que tienen precisamente la obligación de defenderlos y de respetar escrupulosamente los estatutos». Luego puso en el punto mira a Gabino de Lorenzo, alcalde de Oviedo, al que acusó de usar «fraudulentamente» las bases de datos del PP. De Lorenzo rechaza la candidatura de Cascos y, junto a los líderes de otras treinta juntas locales, ha propuesto como candidata a la edil ovetense Isabel Pérez-Espinosa.

El portavoz de la plataforma denunció también «la inutilización de las estructuras de la organización, que no se reúnen» por parte de Gabino de Lorenzo y la «inhibición» del presidente del partido en Asturias, Ovidio Sánchez, que, precisamente, poco más tarde, salía en defensa del Alcalde. «Es un claro ejemplo y una referencia en toda España del buen hacer del PP. Gabino es, dentro y fuera de Asturias, el modelo más claro de un afiliado, de un presidente local y de un alcalde», señaló Sánchez, para negar que De Lorenzo esté llevando a cabo un «desafío estatutario» frente a la dirección nacional. Sánchez evitó ir más allá para «no entrar en provocaciones de personas sin ninguna representación orgánica: en unos casos porque se presentaron a congresos y los afiliados no los eligieron y en otros porque no concurrieron a ningún proceso».

Sánchez recibiría respuesta poco más tarde. Aprovechando que una ausencia del líder del PP en la Junta General impidió, durante la mañana, en el Pleno, sacar adelante una iniciativa para pedir que se repare la nacional 634 en El Bao, Navia, cuatro diputados populares alineados con Cascos, Pelayo Roces, Reinerio Álvarez Saavedra, Cristina Coto y Luis Peláez, cuestionaron a Sánchez. Lo hicieron en una rueda de prensa a las cinco de la tarde convocada a la hora de comer. En ella, los cuatro parlamentarios aseguraron: «no podemos compartir que la permanente y dañina dejación de funciones, y la manifiesta incompetencia del PSOE alcance también al PP» y aseguraron que Sánchez no acudió a la votación pese a encontrarse en el edificio de la Junta.

El portavoz del PP en el Parlamento asturiano, Joaquín Aréstegui, que también rechaza la opción de Cascos como candidato, echaría luego un capote a Sánchez. El presidente de los populares de Avilés lamentó la «insolidaridad» de los cuatro diputados casquistas, que «tratan de magnificar un asunto menor y rectificable». El debate sobre El Bao se repetirá en unos días. Aréstegui explicó que Sánchez, como «portavoz de Defensa en el Senado, estaba en un acto oficial de despedida de los soldados asturianos que van a Afganistán» y que, «por un error», el PSOE no compensó la ausencia, como suele hacerse por cortesía haciendo salir a un diputado propio. Mientras, Génova aún confía en el acuerdo.