Oviedo, Raquel L. MURIAS

Las comunidades de vecinos de Asturias podrán producir su propia electricidad y vender el excedente. Los expertos calculan que podrán embolsarse una media de seis mil euros al año. ¿Cómo? Sencillo. Se trata de instalar en los edificios una central de microgeneración con exportación de energía, algo así como una pequeña central que hace las veces de una caldera, ya que calienta el agua de las viviendas destinada al uso doméstico y calefacción, pero además produce vapor. Ese vapor no se pierde, sino que gracias al uso de una turbina se convierte en energía eléctrica que se vende a la red. Será como tener una empresa en el portal.

Este sistema es muy novedoso, y aunque ya se están empezando a instalar microcentrales en algunos edificios de nueva construcción, sobre todo para dar cumplimiento a a la normativa europea que exige sistemas de energía renovables en los nuevos edificios, muchas de ellas no están funcionando todavía. En Llanera son pioneros. En este concejo ya hay una que está en funcionamiento: la instalada en la Fundación Asturiana de Atención y Protección a Personas con Discapacidades y Dependencias (Fasad). La electricidad que se produce ya se está vendiendo a la red.

Aunque el mantenimiento de este tipo de sistemas no es complejo, debe pasar unos complicados trámites administrativos que es lo que en muchos casos está paralizando su puesta en marcha. Las centrales de microgeneración ocupan menos que una caldera tradicional y permiten a los vecinos embolsarse un dinero extra con el que no contaban y con el que pueden hacer frente al pago de otras facturas. Este tipo de plantas también se está instalando en edificios administrativos.