Madrid / Oviedo,

Agencias / J. A. A / J. E. M.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, descartó ayer celebrar en Asturias el congreso extraordinario que reclama el ex ministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos, como condición para optar a liderar la lista de los populares al Principado en los comicios regionales del próximo mayo.

Mariano Rajoy señaló, en el transcurso de una entrevista concedida a una cadena de televisión en la noche de ayer, que el PP de Asturias ya celebró un congreso «hace dos años» y que el próximo «no toca hasta dentro de un año». Además, el líder del PP español desvinculó la situación que atraviesa el partido en Asturias con la vivida por el PP en Baleares, donde se celebró un cónclave en el que votaron todos los militantes, la misma fórmula de congreso que reclama ahora Cascos. Rajoy explicó que en Baleares lo que ocurrió fue que «dimitieron la presidenta y la dirección» del Partido, y que había dos candidatos a liderar la organización.

Cuando fue preguntado acerca de quién será el próximo candidato popular en Asturias, Rajoy señaló que se designará siguiendo los procedimientos establecidos en los estatutos y destacó que de momento no hay ningún candidato nombrado oficialmente en España. «Asturias tendrá una solución estatutaria», dijo.

En la misma línea que Rajoy por la noche se había manifestado el vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, en rueda de prensa, en la sede del PP, en la madrileña calle Génova, por la mañana. Pons aseguró que la dirección nacional del PP no prevé convocar un congreso extraordinario en Asturias antes de las próximas elecciones autonómicas. «Sobre la mesa no está un congreso extraordinario», aseguró. Ésa fue su respuesta cuando le preguntaron si la cúpula de los populares se plantea la posibilidad de convocar en Asturias el cónclave que exige el ex ministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos.

Aunque la dirección nacional del PP ya había expresado en cuatro ocasiones -tres en septiembre y una este mismo mes- su rechazo al congreso a través de varios portavoces oficiales, ésta es la primera vez que se pronuncia, con nombre y apellidos, de viva voz, el presidente del Partido o algún otro miembro de la cúpula de la organización.

Las palabras de Rajoy y Pons suponen un serio revés para los intereses de Francisco Álvarez-Cascos, que esta misma semana volvió a exigir la celebración del cónclave. El ex ministro ya había pedido el congreso en junio pasado en un escrito remitido a la responsable de organización, Ana Mato. Más que un congreso, Cascos planteó unas primarias, ya que exigió una convención en la que voten todos los militantes, algo muy poco usual en el manual del PP.

Semanas después, la líder del partido en Madrid, Esperanza Aguirre, respaldó la reclamación de Cascos. Sin embargo, varios portavoces oficiales de Génova le dieron respuesta y rechazaron cualquier posibilidad de congreso en tres ocasiones en un solo mes; fue en septiembre.

Lejos de resignarse, Cascos volvió a pedir el congreso extraordinario esta misma semana. Lo hizo señalando que la celebración del cónclave es condición previa indispensable para optar a la candidatura. «Sin congreso todo lo demás cae», afirmó Cascos. «No voy a ser un florero», recalcó dejando entrever que no está dispuesto a ir al frente de una lista diseñada por la actual dirección regional del partido. El que fuera vicepresidente con José María Aznar apuntó también que cada vez queda menos tiempo para celebrar la convención. «Las fechas van venciendo», aseguró.

Ayer por la mañana, los periodistas también preguntaron a Pons por las denuncias de Cascos sobre las descalificaciones que, a su juicio, ha recibido por parte de algunos dirigentes regionales. Pons señaló que las decisiones relativas a investigaciones internas corresponden al comité de derechos y garantías, que funciona de forma independiente del comité de dirección. El soplo fresco para Cascos lo envió el presidente gallego Alberto Nuñez Feijóo, que definió al ex ministro como «un caballo ganador».