Si es que uno va, hace una broma y, luego, todo es cachondeo, hala, hala. Los más aviesos de entre los lectores de estas gacetillas -que son todos- recordarán cómo Gabino de Lorenzo, alcalde de Oviedo por el PP, se marcó una gracieta a cuenta de las iniciales del partido de Francisco Álvarez-Cascos, que son las del propio Francisco Álvarez-Cascos, es decir FAC. Se habrán quedado con el chascarrillo que hizo el regidor ovetense sobre el parecido que había, al pronunciarse, entre el FAC español y el «fuck» inglés, palabra que significa «joder».

La chanza gabiniana, que tuvo éxito en las barras de media Asturias al día siguiente, se ha redondeado en estos últimos días y ya corre el siguiente chiste:

-Oye, ¿cómo sería una alianza entre el partido de Cascos y los de IU?

-Pues no sé.

-Pues FAC-IU.

(La gracia del chiste, que no tiene mucha, estriba en la similitud fonética entre FAC-IU y «fuck you», que en inglés significaría «jódete»).

l Asistimos en estos días a los estertores del arecismo y, por tanto, del ocaso del «tinés» como lengua oficial del Principado. El tinés es idioma alambicado que puede referirse al agua como «elemento dinamizador de las necesidades de hidratación e higiene de los contingentes demográficos». Se termina, por tanto, esa era en la que, a la vuelta de la esquina podía aparecer, cataplum, una sinergia o una implementación. Pero ¿murió el tinés? Javier Fernández, candidato socialista, respondía ayer a una pregunta formulada por un ciudadano en internet y en su respuesta hablaba de las «economías de aglomeración». ¿Qué cosa será ésa? ¿Será echar «aglomerao» encima de la economía? Quién lo sabe, quién lo entiende.