Madrid, J. E. MENCÍA

La candidata de PP al Principado, Isabel Pérez-Espinosa, aseguró ayer en Madrid que Asturias no puede perder el tren del cambio político que se respira en toda España ni dejar escapar la oportunidad de tener un Gobierno del mismo color que el Gobierno que, según pronostican los sondeos, gobernará la nación a partir de marzo de 2012. Pérez-Espinosa anunció que si gobierna el Principado acometerá en Asturias un «cambio revolucionario». Mariano Rajoy, presente, le prometió su apoyo.

Espinosa adelantó ayer un paquete de medidas para trabajar en varios frentes: el económico, el demográfico, en educación y en el campo político. «Decía Bertolt Brecht que las revoluciones se producen en los callejones sin salida. Y hoy Asturias, como España, está en un callejón sin salida. Y ambas necesitan la mejor, y la única revolución posible es un profundo cambio en nuestra realidad política, económica y social», señaló. El objetivo: generar empleo, impulsar el crecimiento económico, reducir el gasto público, frenar la sangría de población y la salida de jóvenes de la región, impulsar la investigación y devolver a Asturias un papel protagonista en el Estado español con interlocución en Europa.

Lo dijo todo en su presentación en sociedad en el Foro Nueva Economía que ayer se celebró en el hotel Ritz de Madrid. Ante un salón lleno de empresarios, periodistas, compañeros del PP asturiano y de la cúpula nacional del partido, presentada por Mariano Rajoy, que en todo momento arropó a su candidata, Isabel Pérez-Espinosa se confirmó como seria alternativa al Gobierno socialista demostrando que cada día que pasa se siente mejor en el papel. En un discurso que dejó el listón más alto que los que ofreció en el congreso del PP de Sevilla, donde pesó más el sentimiento que el contenido, y en las jornadas de Tribuna Ciudadana en Oviedo, Espinosa alertó, en alusión a Francisco Álvarez-Cascos, del riesgo que supone que «algunos elementos distorsionadores dividan las ansias de cambio político que hay en la región». En la misma línea, Espinosa pidió «lealtad» a las siglas populares y criticó el proyecto del ex ministro por «personalista».

El «cambio revolucionario» se asienta en varios pilares. La candidata popular prometió un plan económico con varios frentes. Está acción englobaría políticas fiscales y reformas para impulsar la actividad económica como rebajar el IRPF y deducciones por la compra de vivienda para todos. Varias de estas medidas se detallan en el cuadro que acompaña estas líneas en la página siguiente. Al igual que ha hecho la Comisión Europea, Pérez-Espinosa prevé crear la figura de «Míster Pyme», un gestor dedicado exclusivamente a buscar soluciones a las pequeñas y medianas empresas. Varios empresarios, como el presidente de FADE, Severino García Vigón, felicitarían luego a la candidata. Con los agentes sociales y económicos, Espinosa pretende modificar el pacto social. «Se acabó el tiempo de pedir y no dar, es hora de dar y exigir», recalcó.

Otra de las líneas de acción económica será la austeridad. Pérez-Espinosa criticó el despilfarro de 1.000 millones de euros en sobrecostes de obras y los mil millones de fondos mineros «que pueden perderse por la falta de proyectos y la nula gestión socialista». La candidata denunció, asimismo, la administración paralela que suponen las «más de sesenta entidades públicas» creadas por el Principado, «que además ponen trabas a ser fiscalizadas». «Sobran asesores, consejerías, altos cargos», apuntó para poner un ejemplo de «gastos secundarios o superfluos»: «¿Puede el Principado tener problemas para pagar la sanidad y permitirse el lujo de pagar por retransmisiones de fútbol y Fórmula 1 que se ven gratis, con sólo darle al mando a distancia, en otra televisión?». Espinosa también dudó de la viabilidad económica de proyectos como la Laboral y el Niemeyer, aunque prometió darles contenido.

También en materia económica y al ser preguntada por el proceso de fusiones seguido por Cajastur, Espinosa defendió la política de la entidad financiera asturiana, elogió a su presidente Manuel Menéndez, presente entre el público, y destacó que su gestión ha situado a la caja asturiana entre las más solventes del país.

Para rematar, la candidata popular aseguró que apostar por la economía no significa olvidar materias como la sanidad, la educación o la ley de Dependencia. Y recordó que cuanto mejor vaya la economía mejor irán todas estas áreas. En Sanidad descartó, contra las denuncias del PSOE, que el PP maneje una agenda secreta que contemple el copago o la supresión de hospitales. «En sanidad, lo que deben hacer los políticos es escuchar más a los profesionales y no inaugurar cinco veces un hospital cuando falta año y medio para que entre el primer paciente», subrayó.

También vinculado a la economía, pero desde el ámbito de la educación, Espinosa sostuvo que la Universidad debe ser «uno de los motores de desarrollo del Principado» y anunció medidas para impulsar la investigación y la conexión educativa con el mundo empresarial. Entre el público, su «número cuatro» en la lista y hasta hace poco vicerrectora de Estudiantes, Susana López Ares.

Espinosa anunció también su intención de activar medidas para frenar la sangría demográfica en Asturias. La candidata repasó los récords negativos de Asturias y señaló que si no se corrigen no habrá reemplazo en el mercado laboral y el sistema de pensiones se verá amenazado. «Hace unos meses estuvo en este mismo Foro el candidato socialista. Entre otras cosas, planteó un urgente plan demográfico. Eso lo dice aquí y no lo hace allí. Hace un año, el PP presentó en el Parlamento asturiano un plan de recuperación demográfica. El Gobierno socialista lo rechazó, no por malo o porque tuvieran otros, dijeron que no hacía falta», apostilló.

Otro frente: el institucional. Espinosa se fija como objetivo acabar con los aspectos negativos que suponen los localismos, hacer que el Principado gane relevancia en España y mejorar la interlocución en Europa.

Ante un atento Rajoy, la candidata advirtió: «Presidente, yo seré combativa siempre, cada vez que te vea, porque creo que Asturias tiene derecho a tener el AVE como los demás, porque necesitamos ayudas para incentivar el crecimiento demográfico, porque precisamos que se garantice la unidad de mercado y recibir un trato justo en la financiación autonómica, además de garantizar un plan energético que considere el carbón una fuente estratégica», señaló ante dos de sus hombres en las Cuencas, María Teresa Mallada y Joaquín Fernández, y con un Mariano Rajoy ahora sorprendido.

Ciertamente, Espinosa juega con Rajoy su mejor baza. «Cuando Rajoy sea presidente», dijo, «será el mejor aval para defender el cambio en Asturias, no podemos perder la oportunidad de entrar en sintonía con el próximo Gobierno del Estado para aprovechar los aires de renovación que vas a liderar». Luego en alusión a Cascos añadiría: «Eso es lo que tienen que valorar los asturianos, a pesar de que los acontecimientos políticos han introducido algunos elementos distorsionadores que pueden dividir las ansias de cambio que laten en Asturias. Estoy segura de que, al final, se impondrá la razón, se desvanecerán los personalismos inútiles y se reforzará la proyección de nuestra alternativa». «Yo habría apoyado al candidato de mi partido desde esas mesas en las que estáis sentados, aunque hubiera sido otro», subrayó.