El arzobispo de Oviedo señala en su última carta semanal que "ha llegado el momento de evaluar la gestión de aquellos que en los últimos años han empleado la mentira como herramienta y el ataque visceral como talante", con ejemplos en los que "la mentira irresponsable ha ahondado una crisis económica que afecta a un incontable número de personas y familias".

En la misiva, titulada "¿Hay un voto católico?", Jesñus Sanz realiza una serie de reflexiones que "desde el punto de vista cristiano inciden en los comicios municipales y autonómicos que se celebrarán el próximo día 22".

El arzobispo afirma que se trata de elegir a quienes "creíblemente gestionen los recursos públicos para defender la vida y la familia, la educación sin manipulaciones, al servicio de una ideología, defiendan a quienes carecen de empleo y vivienda, combatan la violencia y sus causas, alienten a los jóvenes y protejan la atención social a los ancianos dentro de una convivencia culturalmente plural".

Alaba "la noble dedicación de las personas a la política como servicio real a otros" y señala: "El perfil cristiano del político también existe, aun cuando no viva con total coherencia las exigencias de nuestra fe y a él miramos cuando en lo que propone hacer o en lo que da cuenta de lo ya hecho son reconocibles nuestros valores cristianos".

Jesús Sanz recuerda que "la Iglesia no tiene partido ni está detrás de ninguna sigla electoral", aunque destaca: "No hay neutralidad cuando evaluamos la cercanía o la lejanía de sus programas o actuaciones respecto a nuestra manera de entender la justicia y los derechos de las personas en el marco de la doctrina social de la madre Iglesia, que es experta en humanidad".

En el texto pide que "se interpreten las diversas realidades propuestas por las fuerzas políticas o realizadas en los últimos años a la luz de la fe y de la tradición eclesial" y solicita "limpieza y claridad en la campaña electoral para proponer lo que se desea llevar a cabo como un servicio al bien común, saliendo al paso de las problemáticas que condicionan la vida real de miles de ciudadanos".

EFE