La juez Blanca Esther Díaz -nacida en Aller y la primera que inició la investigación por la corrupción en Marbella- ha abierto en León un juicio oral contra un director de Enel-Endesa por un delito contra el medio ambiente por abrir un parque eólico sin permiso en una zona de cría de esta ave, que se encuentra en peligro de extinción y que cada año registra datos en declive. Además, la juez ha impuesto al directivo de la empresa una fianza de un millón de euros que se revertirán en la lucha por la conservación de la especie si resulta condenado en este proceso. El parque en cuestión es el de San Feliz, en la vecina provincia.

Fue la asociación ecologista SEO Bird Life la que aseguró que un grupo de investigadores de la Universidad de León que estaban realizando un estudio de la ecología del urogallo cantábrico en la comarca leonesa de las Omañas, vio un Bulldozer atravesar una de las zonas donde se encuentra el grupo de aves que investigan. Según el comunicado de SEO Bird Life, las obras corresponden al parque eólico de San Feliz, ubicado en la sierra de La Cepeda, entre los términos municipales de Quintana del Castillo y Valdesamario, en la provincia de León. Según los ecologistas, ésta es «una de las pocas zonas de la cordillera Cantábrica donde se registra la reproducción de esta especie en peligro de extinción de manera regular». En Asturias también hay presencia de esta ave, pero los datos de los últimos años que se recogen en los censos también apuntan a un descenso en picado de la presencia de este animal. El fiscal acusa al directivo de Endesa de haber ordenado abrir un parque eólico sin permiso a 500 metros de donde criaba la hembra, cuyos movimientos los científicos seguían por un transmisor. La empresa ha depositado la fianza, pero a la vez ha recurrido.

Manuel González es investigador del departamento de Biodiversidad de la Universidad de León y comenzó hace cinco años su tesis sobre el urogallo cantábrico en la zona. Aunque esta especie sea especialmente esquiva, para el investigador no hay duda de que en la zona habitan unos 40 de los 400 que quedan en la Península.

Sin embargo, la existencia de urogallos no impidió a la Junta de Castilla y León permitir la colocación de aerogeneradores en este entorno. Y a pesar de que la estrategia de conservación del urogallo cantábrico del Gobierno y las comunidades precisa que no se instalen molinos en las zonas cercanas a los cantaderos. Eufer (empresa mixta de Unión Fenosa y Endesa) logró la autorización del parque de San Feliz, que incluye la colocación de 23 aerogeneradores de 80 metros de alto que suman una potencia de 41,2 megavatios. El representante de la filial que llevó a cabo la tramitación fue Rafael González Sánchez, ex director general adjunto de Eufer y ex miembro de la junta directiva de la patronal eólica. El parque es hoy propiedad de Enel Green Power España, que heredó activos de Eufer. Enel Green Power tiene un 60 por ciento de Enel y un 40 por ciento de Endesa, que a su vez son casi la misma empresa.

En mayo de 2008, en plena época de cría, las máquinas comenzaron a abrir los caminos del parque de San Feliz. El problema para la empresa es que, aunque el parque estaba autorizado por la Consejería de Industria, el proyecto de ejecución carecía de licencia. Según indica la Guardia Civil, tampoco estaba autorizada la ocupación del monte, que es de utilidad pública, y la empresa energética abrió caminos en zonas no previstas.