Oviedo, J. A. O.

Una línea de Alta Velocidad de unos 500 kilómetros de longitud, como la que unirá Gijón y Madrid, solo está plenamente justificada económicamente si cuenta con una demanda anual de entre 8 y 9 millones de viajeros el primer año y en ningún caso debería de ejecutarse si se esperan menos de seis millones de usuarios. Ese es el límite mínimo de rentabilidad del AVE que están planteando destacados economistas, críticos con el modelo de «AVE para todos» que se puso en marcha con el Gobierno de Aznar y que fue heredado con deleite por el de Zapatero, que ha hecho bandera del despliegue de la Alta Velocidad por todo el territorio nacional.

El corredor de Madrid a Barcelona, el más utilizado de España, anda por los seis millones de pasajeros anuales, mientras que el de la capital de España a Valladolid suma tres millones de pasajeros de media anual. Por su lado, el Alvia que cubre el servicio de Asturias tuvo unos 700.000 usuarios desde que se puso en marcha hace algo más de tres años.

De acuerdo con la evolución de la demanda, ya la vista de la experiencia nacional, resulta casi imposible que el AVE entre la región y Madrid pueda llegar ni siquiera a los cinco millones de usuarios, listón de rentabilidad de los expertos que podrían considerarse como más optimistas, entre ellos el asturiano Vicente Luque, alto funcionario asturiano en la Unión Europea

Respecto a las características que tiene que tener una línea para ser rentable, economistas como Germà Bel defienden el tráfico mixto como el previsto para Pajares.