Oviedo, Raquel L. MURIAS

Mujer de entre 26 y 55 años y consumidora durante los fines de semana. Éste es el perfil tipo del bebedor de sidra natural en Asturias, según las conclusiones que se extraen del estudio llevado a cabo por el biólogo de la Universidad de Oviedo Xosé B. Álvarez, que ha analizado la percepción de la calidad de la sidra y su consumo en los concejos de Nava, Siero y Oviedo.

Los resultados de este análisis, en el que se ha pulsado la opinión de los consumidores y los productores de sidra, y que se han derivado a la Asociación de Lagareros de Asturias (ALA), desvelan, entre otras cuestiones, que aunque las mujeres son las que más se decantan por pedir sidra en el bar (53%), los hombres les siguen muy de cerca; un 47% de los consumidores de la bebida más típica asturiana son varones. La sidra, por lo tanto, gusta a todos.

En cuanto a cómo percibe el consumidor la calidad de la sidra, el 60% de los encuestados cree que la sidra de este año es buena o muy buena, frente a un 31% que opina que es normal, y un 9% que afirma que es muy mala o no contesta. Estos datos contrastan con la opinión de los profesionales del sector, más optimistas, que en un 89% aseguran que la calidad de la sidra es hoy mejor que hace algunos años. Además, el 44% de los que participaron en este estudio considera que la calidad de la sidra ha mejorado en los últimos años, un 29% piensa que se mantiene y sólo un 14% asegura que ha empeorado. En el análisis de la calidad del producto las mujeres son más exigentes, así como los consumidores más jóvenes. El presidente de ALA, José María Osoro, que presentó ayer los resultados de este estudio en Oviedo, valoró de forma «muy positiva que sean precisamente los jóvenes los que son más críticos con el producto, ya que queremos que se acerquen al mercado y que sean consumidores de sidra natural».

Pero ¿cuál es el motivo por el que ha mejorado la sidra en los últimos años? Los consumidores asturianos lo tienen bastante claro: el 42% opina que esta mejora en la calidad del producto se debe a la incorporación de nuevas tecnologías en el proceso de producción, frente a un 22% que opinan que la mejora de la sidra responde a la calidad de la manzana. Otro dato que se extrae de esta radiografía es que el 81% de los consumidores suele decantarse siempre por una misma marca. Y del 18% que opta por variar, un 51% afirma que lo hace porque no tiene preferencia por una marca en especial. Los que optan por una marca en concreto lo hacen en respuesta a las propiedades de la sidra y de la calidad de la misma en un 69%, pero hay un 18% de los consumidores que reconoce optar por la marca en razón de su presencia en el establecimiento. Además, el 70% de los bebedores de sidra conoce el concurso de Mejor Sidra de Asturias.

Los profesionales también apuntan en un porcentaje del 81% que cree que la marca de la sidra ejerce una gran influencia sobre el consumidor. Y esa influencia de la marca, apuntan, responde a una buena publicidad (en un 34%), y en un 37% a la calidad del producto.

Otra de las cuestiones que se analizan en el estudio es la influencia sobre las ventas de aquellas marcas que participan en el certamen de la Mejor Sidra de Asturias. El 76% de los profesionales considera que participar en él tiene mucha o bastante influencia sobre las ventas.

En esta encuesta participaron 381 consumidores y 47 profesionales y se tomó como muestra Oviedo, Siero y Nava para tener el perfil urbano, semiurbano y rural.