No ha perdido «tablas» en los siete años largos que lleva fuera de la política. En veinte minutos de entrevista telefónica no nombra a Francisco Álvarez-Cascos ni una sola vez. Mercedes Fernández prefiere mirar al futuro porque «urge el cambio en Asturias y en España».

-¿Qué le ha comentado Mariano Rajoy en su primer acto como candidata por Asturias, en la convención popular de Málaga?

-Se ha interesado por Asturias, como siempre que habla conmigo, y le he transmitido mis mejores ánimos y el trabajo que lideraré al frente de la candidatura para colaborar a que sea el próximo presidente del Gobierno.

-¿Le dijo Rajoy las razones para su designación?

-Esas cosas no se suelen preguntar. Estoy profundamente agradecida al PP de Asturias y al nacional, que ha refrendado que lidere la lista al Congreso de los Diputados. Pero sí le puedo decir que la designación es un motivo de gran satisfacción y profundo orgullo.

-¿Tantas ganas tenía de volver a la política como para enfrentarse al partido de Cascos?

-La política ha formado parte de mi vida desde muy jovencita. Me formé en las filas del PP, aprendí mucho y trabajé con toda la intensidad de la que fui capaz. Tuve la ocasión de conocer a muchísimas personas de las que me 1legaron su doctrina y su valía. Mi compromiso invariable es con el Partido Popular. Tuve la ausencia de la Sindicatura, por razones obligadas. Las oportunidades a veces se buscan y otras veces vienen solas. Estoy en un momento de mi vida que me llevó a sopesar esta oferta. Me pareció muy atractiva e ilusionante. Tampoco me lo tuve que pensar mucho, la verdad. Me apetece asumir este reto.

-¿Su designación es un mensaje de que la fidelidad al partido está por encima de los nombres?

-Soy una mujer que siempre militó en el PP, fue el único partido en el que milité y en el que voy a seguir militando. No tuve nunca ninguna otra tentación, ninguna otra inquietud, ni siquiera ninguna duda.

-Usted apoyó la opción de Cascos como candidato autonómico del PP. ¿Qué falló, qué se hizo mal en aquel proceso?

-No me corresponde hacer esos análisis. A mí me corresponden tareas de mucho empuje y responsabilidad. Como decimos en Asturias la leche derramada no suele volver a la jarra. Las historias que pasaron, pasaron. Ahora mismo lo único que me entusiasma es el futuro desde el proyecto popular. En Asturias necesitamos el gobierno de Mariano Rajoy. Tengo creencias bastante sólidas y voy a defenderlas porque creo en mi tierra, siempre viví en mi tierra, siempre defendí a mi tierra y sólo lo puedo hacer bien desde esta opción, mi única opción.

-Cascos, en aquellos momentos, llegó a pedir unas primarias en Asturias. ¿Compartía usted aquella reivindicación?

-Mire usted, yo el retrovisor lo utilizo cuando voy en bicicleta y últimamente voy poco en bici; además no soy muy conductora de automóviles. Prefiero la mirada limpia hacia el futuro. Aporto más así que haciendo cualquier otra reflexión o lectura melancólica. Hay que mirar al futuro, que requiere de especiales esfuerzos y capacidades, porque la situación no es buena y hay que contar la verdad a los asturianos y a los españoles.

-¿Fue duro decantarse por el PP en vez de por Álvarez-Cascos?

- Mi único partido ha sido el PP, del que he tenido que estar fuera para cumplir la ley de la Sindicatura. Nunca, nunca tuve ninguna duda acerca de que mi sitio político, si es que modestamente podía tener alguno, era dentro del PP. ¿Que hay momentos malos en política? Se lo puedo asegurar. Se lo puedo asegurar personalmente. Pero a mí eso no me lleva a cambiar el Partido Popular por otra opción, porque creo en esta opción.

-En su regreso a la política, ¿piensa involucrarse en la reconstrucción del partido en Asturias tras el varapalo autonómico?

-El PP de Asturias debe avanzar, tiene el reto de mejorar en calidad, en esfuerzo y resultados. Eso lo tengo claro yo. Y mucha gente. El empeño no es individual. Una persona puede ser importante, pero los equipos son indispensables, y estoy segura de que encontraré un grupo cohesionado que lleve al PP a remontar esos resultados.