Oviedo / Orense,

J. ORDÓÑEZ / Agencias

Galicia estrenó ayer AVE. El primero de la Cornisa. A la espera de lo que suceda con el trazado de Alta Velocidad con Madrid una vez que tome posesión Mariano Rajoy, la comunidad vecina ya tiene en servicio una línea interior entre La Coruña, Santiago y Orense. Mide 148 kilómetros de longitud y acorta de manera espectacular los tiempos de viaje entre las tres ciudades.

Se trata de «una guinda a la que le falta el pastel, que es la conexión con la Meseta», en palabras del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que hizo el viaje inaugural junto al ministro de Fomento en funciones, José Blanco, y al jefe del Ejecutivo asturiano, Francisco Álvarez-Cascos, que fue invitado a los fastos por haber impulsado este proyecto ferroviario durante su etapa al frente de Fomento. El «compromiso» del hoy líder de Foro con las infraestructuras de Galicia fue el argumento esgrimido por el Ejecutivo autonómico entonces presidido por Fraga para concederle la medalla de oro de la Xunta de 2003.

Pese a las polémicas previas y a las duras críticas que viene lanzando Cascos a la gestión socialista en materia de infraestructuras, a la que achaca el aislamiento de Asturias de la red de Alta Velocidad, mediante la supuesta «prostitución» de la variante de Pajares, el acto de ayer fue de auténtico guante blanco político. Mucha buena palabra y escasa y muy velada crítica partidista. El presidente del Principado se guardó para otra ocasión su habitual discurso sobre las carencias de la región en materia de infraestructuras y centró su intervención ante los medios en la necesidad de que España rompa cualquier barrera ferroviaria con Europa, «objetivo fundamental» para la próxima década. «Ahora que se habla tanto de la necesidad de reformar el proyecto europeo, España tendrá pendiente un paso en la supresión de las fronteras ferroviarias mientras su red no goce de ancho internacional toda ella», subrayó.

Para Cascos, la apertura de la línea de AVE interior de Galicia, de la que licitó varios tramos durante su paso por Fomento, supone «un paso muy importante», pero que debe tener continuidad hasta «completar la integración de la red ferroviaria gallega y española en la internacional». A su juicio, el Noroeste tiene que ser una de las zonas que «más disfrute» de esta integración, ya que, según apuntó, «lo necesita». «El ferrocarril es el medio de transporte de mercancías y de viajeros del futuro», zanjó el presidente asturiano.

A preguntas de los periodistas, Álvarez-Cascos aseguró que se había sentido arropado por los dirigentes del PP gallego, entre ellos Feijóo. «Yo nunca he dejado de sentir el cariño y el apoyo no solo del PP gallego, sino, también, de todas las personas que han hecho posibles unos proyectos de infraestructuras que generan gran complicidad entre las administraciones», subrayó Cascos, para quien este tipo de actuaciones «son carreras de relevos».

Por su parte, José Blanco hizo especial incidencia, ante las dudas surgidas en los últimos días, en que el AVE Madrid-Galicia debe de ser un «proyecto de Estado» y «trascender a los partidos». A partir de ahí, mostró su confianza en que Rajoy mantendrá la inversión para completar la línea «en tiempo y forma». Blanco sostiene que, con el actual esfuerzo presupuestario, el trazado entre la capital y la comunidad vecina estará listo en 2015, año en el que también fija la apertura del Madrid-Gijón. Sin embargo, en base a estudios internos de la Xunta, Feijóo mantiene que el objetivo es 2018.

En su intervención, el presidente de la Xunta también reclamó el AVE con la Meseta. Y con «las mismas características que el que ya tiene Andalucía desde hace veinte años». «Así lo pedí como consellero, como líder de la oposición, como Presidente y así lo seguiré haciendo ante el Gobierno estatal elegido hace menos de un mes», advirtió Feijóo.

Con la Alta Velocidad, el recorrido de Santiago a Orense pasa de 94 a 38 minutos; el de La Coruña a Santiago, de 35 a 28 minutos, y el de La Coruña a Orense se reduce en 67 minutos, quedando ahora en 68. El tren Avant que inauguró el trazado de Alta Velocidad entre las tres ciudades gallegas alcanzó una velocidad de 220 kilómetros a la hora. Mientras, Gijón, Oviedo y Avilés siguen unidas por unidades de cercanías con velocidades medias de 55 por hora. ¿Precios? El billete sencillo Santiago-Orense sale por 13,5 euros; el de La Coruña-Santiago, por 10,25, y el del trazado La Coruña-Orense, por 22,5. El AVE ya vuela en Galicia.