Ya está. Asturias, salvo sorpresa de última hora, no tendrá Presupuesto este año. No habrá acuerdo entre el PP y Foro. Se barruntaba. Es difícil llegar a un pacto cuando alguna de las partes no tiene el más mínimo interés en alcanzarlo. Y no lo había. Se ponga como se ponga el Gobierno regional, diga lo que diga su presidente, Francisco Álvarez-Cascos, el partido con más escaños en la Junta General se limitó en las últimas semanas a cumplir un trámite, presentar un proyecto presupuestario. Nada más. Cómo si no puede interpretarse que excepto una breve toma de contacto con IU ni el Gobierno ni Foro hayan mantenido ni una sola reunión con los principales partidos de la oposición, PSOE y PP, precisamente las dos únicas fuerzas que le podrían dar los votos necesarios para sacar adelante las cuentas regionales.

Lo que ha hecho el Ejecutivo de Cascos es simple y llanamente intentar imponer a las bravas un Presupuesto, a sabiendas de que no lo iba a conseguir. Buscar un pacto es otra cosa: es negociar desde el principio (no cuando ya hay oficialmente un proyecto oficial encima de la mesa), es entrar en el juego del tira y afloja, es presionar, pero también saber ceder, es, en resumen, todo lo contrario de lo realizado por los casquistas en este embarullado proceso presupuestario.

Puede que tenga razón el presidente del Principado y que la culpa de que no haya Presupuesto -como, según él, de todo lo que no puede hacer en la región- sea de los demás, de los partidos de la oposición. Pero de seguir como están las cosas nunca lo sabremos, ya que no les dio opción de pronunciarse libremente en reuniones convocadas a tal efecto. Él, el Presidente, mientras no se demuestre lo contrario, es el único responsable de la total falta de entendimiento entre los grupos parlamentarios asturianos; él, el Presidente que sólo cuenta con el apoyo de 16 de los 45 diputados del Parlamento regional; él, el Presidente que no ha hecho nada por ampliar este respaldo en los siete meses que lleva al frente del Ejecutivo, excepto algunos fuegos de artificio de cara a la galería.

Si no hay novedades se prorrogarán los Presupuestos elaborados por Vicente Álvarez Areces para 2011. Si es así, ¿qué va a pasar?, ¿cuáles son los planes de Álvarez-Cascos? Bueno, el líder de Foro ya ha comentado en más de una ocasión que él espera una moción de censura, que el PSOE y el PP junten sus votos para desalojarlo de la Presidencia del Ejecutivo autonómico. Eso es lo que aguarda Cascos, o al menos es lo que desea que pase en las próximas semanas. Quería que la oposición, especialmente el PP, le tirara abajo el proyecto de Presupuestos, para seguir sacando rentabilidad al victimismo. Si, como todo parece indicar, lo logra, es evidente que el actual proyecto de Cascos estaría tocando a su fin, por su propia iniciativa, y que el adelanto electoral cobraría fuerza.

El socialista Javier Fernández no descarta la moción de censura. Lo ha dicho, pero sólo para un caso extremo de ingobernabilidad del Principado y con un único objetivo, la convocatoria de elecciones. Éste sería el escenario ideal para Cascos, por el que suspira. El PSOE y el PP y puede que incluso IU unidos contra él. El martirio político perfecto con unos comicios a la vuelta de la esquina. Si no es así, siempre le queda al Presidente la opción de ser él el que decida disolver la Junta General y llamar a las urnas. Tiene de plazo hasta el verano.