La sucesión de Zapatero requería hacer arqueo y liquidación de la carga en bodegas. Ya ha empezado. Cuando Zapatero decidió volar solo, fuera del concreto paraguas mediático que ha tenido siempre el Partido Socialista, una fibra principal se rompió, para bien o para mal, en la musculatura del partido. Luego jugó fuerte, con osadía y arbitrariedad, pues quería romper con el pasado (el felipismo), hasta que un buen día el tutor mediático despechado emitió su delenda est Zapatero. Ahora la luz acogedora de la vieja tutela maternal envuelve a Rubalcaba, y la sombra del hijo descarriado a Chacón, convertida en «Chacón & Cía». «El sol calienta, mas la noche obliga», dice un poema, pero la lírica nunca ha ayudado a resolver dilemas. El delegado de base correteará por el Congreso del PSOE jugando a «connaisseur» del Sacro Colegio, para no resignarse al de beata sin rosario. El cielo le ilumine.