Diluir el localismo, dar a conocer la marca Asturias, definir un nuevo modelo de región y alentar el espíritu emprendedor fueron las recetas de los responsables de los principales medios de comunicación en el encuentro organizado ayer por la plataforma «Compromiso Asturias XXI» en la sede central del Banco Herrero para elaborar un documento con propuestas concretas para la región. «Tenemos que reinventar el mundo que conocemos», indicó, a modo de resumen, Melchor Fernández, consejero de Editorial Prensa Asturiana, empresa que edita LA NUEVA ESPAÑA, quien abogó por que «todos rememos en la buena dirección, observando de dónde sopla el viento y qué necesita el barco».

El coloquio fue el primero que organiza Asturias Compromiso XXI, colectivo formado por más de 600 profesionales asturianos repartidos por unos cuarenta países que busca propuestas para elaborar el documento «Queremos una Asturias mejor», con ideas para la mejora de las condiciones socioeconómicas. Tomó la palabra en primer lugar -tras el saludo del vicepresidente de la organización, Fernando Méndez-Navia, y de la socia Laura González, empleada de Deutch Bank en Londres-, Pablo Junceda, anfitrión como subdirector general de Banco Sabadell y director territorial de Banco Herrero, que subrayó la necesidad de apostar por las empresas que ofrecen servicios de mercado y que aportan el 49,2% del Producto Interior Bruto del Principado. «Los responsables políticos deben tener en cuenta estos datos a la hora de tomar medidas sobre nuestra región, que sólo supone el 2,2% del PIB nacional, pero que tiene un gran potencial de crecimiento», afirmó. Para ello, pidió favorecer el negocio exterior de la industria y apoyar a las pequeñas y medianas empresas, así como impulsar la finalización de las grandes infraestructuras y apostar por los congresos para atraer visitantes.

«El localismo es un problema arraigado que consume energía y recursos y nos lleva a una espiral de exigencia de equipamientos poco sensata», indicó, por su parte, la directora de LA NUEVA ESPAÑA, Ángeles Rivero. Además, apostó por «tener una mayor fe en la iniciativa individual y colectiva, tras décadas de dependencia del sector público y administraciones intervencionistas». Y concluyó que «hay mucho talento, pero también es preciso que los poderes públicos ayuden y no estorben, que se eliminen las trabas».

Para Íñigo Noriega, director de «El Comercio», los puntos débiles son «la falta de iniciativa y la baja productividad». Además, apostó por la creación de marcas turísticas únicas para «dejar de ser unos desconocidos» y por aprovechar la diáspora de muchos ciudadanos «como cantera de la que obtener talento e iniciativas». Para Juan Carlos Cuesta, el máximo responsable de la redacción de «La Voz de Asturias», es necesario desvincular la idea de emprendedor de la de empresario. «Empresario es el que genera riqueza, y eso no abunda demasiado», sentenció. También postuló una redefinición del modelo de región «para saber hacia dónde queremos ir». Además, contrapuso el retraso de las grandes infraestructuras a «las buenas comunicaciones internas» que vertebran el área metropolitana.

Luis Francisco Toyos, director de Radio Asturias-Cadena Ser, identificó el localismo con el declive industrial, que ha llevado a las zonas mineras y metalúrgicas a reclamar unas dotaciones administrativas que antes se circunscribían a Oviedo. Por eso, abogó por crear una estructura que reparta las funciones en la «gran ciudad del área central» y un consorcio turístico con empresas públicas y privadas para potenciar el sector. José María de Rato, director regional de Onda Cero, alertó de que «las empresas asturianas duran tres generaciones: la del que la monta, la del que la desarrolla y la del que la vende». Y Lupercio González, de la revista «Fusión Asturias», apostó por el turismo como baza de desarrollo. Cristina Fernández, de Zebra Producciones, por apoyar «a los más jóvenes». Por último, Olalla Pena, de RTPA, hizo autocrítica al indicar que «los propios medios fomentamos el localismo». Su compañero Nacho Montserrat pidió a los empresarios en el exterior que se «comporten como indianos del conocimiento».

El cierre corrió a cargo de Melchor Fernández. «El asturiano ha adolecido durante mucho tiempo de falta de iniciativa, convertido en un bien mandado de grandes empresas, ante una burguesía con poca fuerza», dijo. Frente a esa situación pasada, cerró su intervención con optimismo. «Sólo hay que observar nuestro entorno, nuestro microcosmos. En muchos lugares, antes no quedaba otra que trabajar en la mina, ahora los jóvenes tienen más posibilidades. Está claro que vivimos mucho mejor», remató.