Profesor de Filosofía del Derecho

Oviedo,

Félix VALLINA

Es profesor titular de Filosofía del Derecho y lleva desde el año 1989 dedicado a la enseñanza. Benjamín Rivaya (Oviedo, 1963) considera que su experiencia y el impulso recibido por parte «de todos los estamentos» de la Facultad son avales suficientes como para optar al decanato.

-¿Qué le ha llevado a presentarse a las elecciones para optar al cargo de decano?

-Lo que más me motivó es que me lo plantearon personas distintas y desde posiciones distintas. Hace cuatro años los alumnos, de muy diversas tendencias ideológicas, ya me pidieron que me presentara, incluso pusieron carteles de «Rivaya decano». Ahora, después de la marcha de Ramón Durán, también me lo han pedido alumnos y profesores y me he decidido, ¿por qué no?

-¿Cuáles son las bases de su programa?

-Más que una cuestión de programas, de ideas o de proyectos se trata de una cuestión de estilos. No creo que los programas de las personas que nos presentamos sean muy diferentes, pienso que lo que destacan son las actitudes ante la propia Universidad. Así todo está claro que hay una serie de cuestiones a las que hay que hacer frente.

-¿Podría citar alguna?

-En breve se va a implantar el plan Bolonia en todos los cursos, lo que significa que desaparece el antiguo plan de estudios. Eso plantea problemas, sobre todo para los alumnos del antiguo plan, que se sienten abandonados. Por eso yo pretenderé que ese tránsito se haga de forma que no sea traumática. También está la posible implantación del doble grado, Derecho-Administración de Empresas, que también es muy importante y tiene que salir adelante.

-¿Podría instaurarse algún nuevo grado?

-Me gustaría estudiar la posibilidad de hacerlo, aunque en estos tiempos de crisis parece bastante complicado. Por ejemplo, sería muy interesante un grado de Criminología al amparo de la Facultad de Derecho. Pero lo que tengo muy claro que quiero llevar adelante es la implantación de una formación jurídica extracurricular que complete la curricular, la Facultad no puede ser un sitio donde los alumnos sólo acuden a clase y después se van a sus casas, tiene que ser un espacio en movimiento. Por poner un ejemplo, creo que a la Facultad de Derecho le vendrá de maravilla poner en marcha un aula de cine jurídico, donde se utilice el cine para la enseñanza. Además, creo que es necesario poner a los alumnos en contacto con juristas con experiencia, y por eso hay que traerlos a la Facultad.

-Ideas no le faltan.

-Pues todavía tengo más. Por ejemplo, aunque todavía no se bien cómo podría hacerse, mi intención es aumentar la presencia de la Facultad de Derecho en las redes sociales. Hay una comunidad amplísima, de miles y miles de personas, que provenimos de esta Facultad y eso hay que aprovecharlo. Esos contactos pueden ser muy fructíferos a todos los niveles.

-¿Qué piensa usted de los númerus clausus?

-En principio no soy nada partidario de los númerus clausus. Mientras la situación sea sostenible sería partidario de que siguieran siendo estudios abiertos. Quizás haya que buscar otros mecanismos, me parece más justo, por ejemplo, que el primer curso sea selectivo.

-Pero el saco del desempleo está lleno de abogados.

-Derecho es una carrera polivalente. Es aplicable a ámbitos muy diversos. Por un lado existen las profesiones jurídicas de siempre y también pueden surgir nuevas profesiones hacia las que orientar los conocimientos de un estudiantes de Derecho.

-¿Qué prestigio tiene en España el título de Derecho de Oviedo?

-Pues pienso que tiene bastante. La Facultad de Derecho de Oviedo tiene más de cuatro siglos de historia.

-¿Cuál sería el rector más adecuado para los intereses de Derecho?

-No quiero manifestarme, ya tengo bastante con lo mío. Tengo buena relación con ambos y mi obligación es seguir teniéndola con el que gane, sea quien sea.