Oviedo, L. Á. V.

Los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se niegan a justificar sus viajes y establecer controles sobre sus gastos de desplazamiento. Una propuesta del vocal José Manuel Gómez Benítez, catedrático de Derecho Penal de la Universidad Complutense y hombre de confianza del socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, fue rechazada por 15 de los 19 vocales presentes en la votación (son 21), celebrada el pasado jueves.

La propuesta de Gómez Benítez venía determinada no sólo por los ingentes gastos en los que han incurrido sus señorías, medio millón de euros en el último año, sino por los abusos que, a juicio del catedrático, se están cometiendo. Por ejemplo, hay vocales residentes fuera de Madrid que duermen casi todas las noches en sus casas y cargan los viajes al erario público, y hay otros que se ausentan durante semanas del Consejo, hasta que se celebra algún pleno. Además, la gran mayoría de los vocales se ausenta los jueves, sin esperar al viernes por la tarde, y no regresa hasta el martes siguiente, en lo que se ha venido en llamar la «jornada de trabajo caribeña». Algunos vocales territoriales justifican estas ausencias por la obligación de visitar juzgados. Gómez Benítez propuso que esas visitas fuesen en un día determinado del mes.

La propuesta de Gómez Benítez cargaba especialmente contra los desplazamientos que, según dice, suele realizar el presidente del Consejo, Carlos Dívar, al sur del país y generalmente con un amplio número de personas. En la propuesta se exigía justificar esos desplazamientos, incluidos los que se realizan al extranjero por cuenta de la Comisión de Relaciones Internacionales. También que los puntos y bonificaciones sobre precios que conceden las compañías aéreas y ferroviarias revirtiesen en el Consejo, no en los vocales y sus familias.

El magistrado Agustín Azparren, de la Sección Primera de la Audiencia de Oviedo y vocal en el anterior Consejo, aseguró que algún vocal ya fue amonestado por acudir sólo a los plenos. Azparren, que formaba parte de la Comisión de Relaciones Internacionales, aseguró que en su época había que justificar cada viaje ante la comisión y ante el pleno, con lo que se precisaba una doble autorización. Azparren aseguró que en alguna ocasión se ha propuesto que los vocales puedan compatibilizar su adscripción al Consejo con su actividad profesional, lo que evitaría en gran parte la presente polémica.