«Los emigrantes forman ese poblado municipio 79. Hoy todos tenemos especialmente presentes a los asturianos del éxodo y del llanto, del esfuerzo y de la aventura, de la nostalgia o del forzado desarraigo». El pasado 8 de septiembre, en las celebraciones del Día de Asturias, Francisco Álvarez-Cascos se refirió así al colectivo de emigrantes, ése cuyo voto generó las últimas semanas viajes al Tribunal Superior de Justicia de Asturias y ahora al Constitucional, en busca del diputado que quitó a Foro y entregó al PSOE un ajustado escrutinio.

La expresada preocupación del presidente en funciones se quedó en un viaje institucional a Buenos Aires para nombrar hijo predilecto de Asturias al presidente del Centro Asturiano de la capital argentina, José Antonio Nespral. Así lo entiende José Luis Casas Villanueva, presidente de la Federación Internacional de Centros Asturianos (FICA). «Cascos tiene a la emigración abandonada. Desde que llegó al Gobierno le hemos pedido tres reuniones y no hemos tenido más noticias suyas». Casas Villanueva da cuenta de una conversación con Salustiano García tras ser este nombrado director general de Interior y Emigración. Describe un encuentro «agradable en las formas» pero improductivo porque «nunca más supimos de él».

Casas Villanueva aún manifiesta su sorpresa por la distinción a Nespral. «Es mi adjunto y espero verme con él para que me pueda explicar lo que sucede, porque cuando estuvimos juntos en agosto no me dijo nada». Acepta la buena relación de Cascos con el Centro Asturiano de Buenos Aires, pero no comprende su actitud hacia la emigración en general. «No nos reciben, parece que no tenemos Dirección General y el Consejo de Comunidades está sin presidente», dice. Manuel Fernández de la Cera dimitió al poco de entrar Cascos en el Gobierno y no ha sido sustituido en el cargo. La parálisis, tan mencionada en el ámbito político asturiano, parece afectar también a las relaciones con la emigración. De hecho la actividad del Consejo de Comunidades Asturianas es prácticamente inexistente. Han desaparecido del mapa los cursos de extensión de la escuela de asturianía y la cuarta promoción de la escuela de verano, que trae a Asturias cada año a jóvenes hijos de la emigración, tiene prácticamente imposible celebrarse este año

«Su voto merece respeto»

La judicialización que vive el voto emigrante de las pasadas autonómicas no agrada al presidente de los Centros Asturianos. «Su voto merece un respeto. No todo el mundo tiene a mano una Embajada y no hablamos de que se haya votado ilegalmente. Lo hicieron como tantas veces anteriormente», reflexiona Casas Villanueva, que expresa su mayor disgusto por la sensación de abandono de los emigrantes. «Estamos huérfanos, no se ha preocupado por nosotros».