Oviedo, L. Á. VEGA

Con datos correspondientes a 2010, la jurisdicción laboral en Asturias precisaría de cuatro juzgados más, según un estudio elaborado por el Consejo General del Poder Judicial. Pero esas cifras, según las cuales cada Juzgado de lo social en Asturias recibía entre 700 y 800 demandas al año, han quedado obsoletas debido al imparable empuje de la crisis. Los jueces de lo social señalan que ya en 2011 tuvieron que atender en torno a un millar de asuntos, y 2012 no le va a la zaga. Tras un primer momento de duda respecto a la reforma laboral, en las últimas semanas se está registrando un aumento de los procesos por despido, «casi todos por causa económica», según indica el magistrado José Luis Niño Romero, titular del Juzgado de lo social número 1 de Avilés.

«Más que un nuevo Juzgado de lo social, en Avilés, con unos 2.000 asuntos al año, se necesitaría un nuevo magistrado, dada la situación de despliegue de la nueva oficina judicial», señala el mismo magistrado. José Luis Niño, juez decano de Avilés, aseguró que «tras la reforma de febrero se produjo un paréntesis, un momento de duda, y últimamente estamos asistiendo a un repunte de los despidos». La mayoría de esos procesos son por motivos económicos, lo que exige un mayor análisis por parte del magistrado, según indicó Niño Romero.

Los seis Juzgados de lo social de Oviedo son, sin duda, los más saturados. En 2010 recibieron 4.738 asuntos, pero en 2011 esa cifra se acercaría a 6.000. «Hay bastante aumento de la carga de trabajo. En mi Juzgado hemos recibido unos cien asuntos más que el año pasado por estas fechas», sostiene María Sol Rubio Acebes, titular del Juzgado de lo social número 5 de Oviedo. La magistrada está apreciando un aumento de los «despidos múltiples, no tanto los individuales». La reforma laboral del pasado mes de febrero aumentó las competencias de los Juzgados de lo social para intervenir en los expedientes de regulación de empleo. En sedes como Oviedo, donde numerosas empresas tienen su domicilio social, el número de esas demandas colectivas de despido se ha incrementado de forma notable.

«También estamos recibiendo numerosas demandas por modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, como reducciones de salario, cambios de puesto de trabajo o de centro, derivadas de la reorganización de plantillas», añadió la magistrada. En lo que refiere a la creación de un séptimo Juzgado de lo social en Oviedo, la juez se muestra más escéptica. «Por pedir que no quede, pero no sé si las circunstancias actuales son las más adecuadas para dotar un nuevo Juzgado», aventura.

Para el magistrado Jairo Álvarez-Uría, titular del Juzgado de lo social número 2 de Gijón, está claro que debe aumentarse en número estos órganos en la región. «La ratio por habitante es baja, la mitad que en Portugal y un tercio de la alemana», añade. La propuesta de crear un nuevo Juzgado de lo social en Gijón ya la hizo este magistrado en su día. El despliegue de la nueva oficina judicial cambiará todo el panorama actual. «La idea sería crear un solo Juzgado de lo social, con varios magistrados adscritos, como ocurre, por ejemplo, con el Tribunal de París. En ese contexto, sería necesario designar otro magistrado de lo social para Gijón», afirma.

El trabajo, por los terribles efectos de la crisis, no está faltando en los Juzgados de lo social gijoneses. «Los asuntos están creciendo. Más o menos estamos en los mil asuntos al año. Y además los procesos por despido se están volviendo más complejos, no son sencillos. Los trabajadores ahora intentan la nulidad del proceso. Junto a estos casos estamos teniendo otros peculiares, como demandas por el incumplimiento de la reducción de jornada por guarda legal, por traslados..., pero sobre todo por despido como consecuencia de la última reforma legal», indica el magistrado. Toda esta carga de trabajo se está sobrellevando con un gran esfuerzo personal por parte de magistrados y funcionarios.