Oviedo, Á. FAES

El mal cuerpo que le había dejado la reunión de última hora para definir el reparto de puestos en la Mesa de la Junta pesó más en la actitud de Mercedes Fernández que la rigidez del protocolo parlamentario. Así, cuando el presidente de la mesa de edad, Javier Fernández, solicitó al Partido Popular el nombre de su candidato para la presidencia del Parlamento, fue más allá de la fórmula escueta con la que se declina presentarlo. «Yo quería votar al de Foro, pero como no han presentado, no proponemos a nadie».

Le había sentado mal a la presidenta del Partido Popular los oídos sordos foristas a su propuesta de colocarles en el primer sillón del Parlamento. «Cascos tiene un problema, que es el eterno insatisfecho. El año pasado pretendía ser presidente y no lo fue. Y esta vez, no quiere». El disgusto con Foro es mutuo porque Cristina Coto, que asumió el liderazgo forista frente a los medios tras las sesión, no pasó por alto el gesto de la líder popular. «Su intervención en el Pleno era improcedentes porque a la hora de anunciar las candidaturas no hay que dar ninguna explicación». Lejos de comprender el enfado de Fernández, Cristina Coto detalló que fue su partido quien había tomado la iniciativa. «Foro propuso en primer lugar al PP la presidencia del Parlamento. Lo hicimos el 20 de abril».

A pesar de las tiranteces y de que su pacto, sin ruptura oficial, es difícil de defender porque cada parte tira por su estrategia, ninguna de las partes da por zanjados los tratos. «Quedan muchos días para continuar con las negociaciones», dijo Cristina Coto. «Francisco Álvarez-Cascos ha dicho que él no se levanta de una mesa de negociación, salvo que le echen. Y así será. Aunque un pacto no puede trocearse y coger lo que a uno le interesa, hay que tomarlo como un todo».

El mismo tono usó Mercedes Fernández: «Las negociaciones con Foro siguen abiertas en defensa del interés general de Asturias».

En lo que sucedió ayer en Asturias también terció la presidente de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre que, sin dañar a su partido, evidenció su sintonía con Francisco Álvarez-Cascos. «Se trata simplemente de respetar la ley. Lo que había sido escandaloso era la decisión que había tomado anteriormente la Junta Electoral Central de ir contra la ley», expresó desde Madrid.

Igual que Mercedes Fernández, que no pasó por la sala de prensa de la Junta y sí atendió brevemente en el pasillo, Javier Fernández fue especialmente breve en su intervención. Solamente expresó su malestar por la forma en que se comunicó la decisión del TSJA, y no valoró el resultado de la composición del órgano de gobierno de la Junta.

En el grupo de los satisfechos se situó el coordinador general de Izquierda Unida, Jesús Iglesias, que no pudo salir de la sede del Gobierno regional con la presidencia de la Mesa, pero sí con la promesa de convertirse en el senador de designación autonómica, que le cederá el PSOE. Emplazó a «una conversación con la familia» su decisión final, pero, en cualquier caso, confirmó que IU aceptará el ofrecimiento. «Es algo que hay que hablar teniendo un niño pequeño», se disculpó.

Tras una mañana que calificó de «trepidante», Jesús Iglesias se declaró «especialmente satisfecho de nuestro papel ante la situación generada, por saber trasladar serenidad y emplazar al resto de fuerzas políticas a un acuerdo para no llevar más inseguridad e intranquilidad a la ciudadanía. Nuestro planteamiento fue el de intentar consensuar una mesa para no escenificar una confrontación», afirmó. Dice Iglesias que «Asturias sigue viva» porque ve «posible» un Gobierno de izquierdas, y quiso resaltar que «la derecha se ha empeñado en que quedase clara su división».

Tampoco le gustó al líder de UPyD, Ignacio Prendes, la confrontación que vivieron los dos partidos de la derecha durante la constitución de la Junta. La líder nacional de su partido, Rosa Díez, lo había calificado de «cainismo» y Prendes abundó en la idea tras lo visto ayer. «Se trata de una descripción gráfica de lo que está a la luz de todo el mundo». El responsable asturiano del partido magenta advirtió de que la sentencia del TSJA, ni lo que pueda suceder después con el Constitucional, le hará variar sus ideas. «No cambiaré de tácticas ni de horizontes para lograr un acuerdo lo más amplio posible porque Asturias está en una situación crítica y peligrosa. La región necesita acuerdos que vayan más allá de esos bloques. Hay que ir a la alta política, no a la de baja estofa».