Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El puerto de Candás está abierto, el mar ya sólo tiene pequeñas manchas de fuelóleo y en los arenales de Carreño el color negro ha desaparecido casi por completo. La situación se estabiliza en el concejo afectado por el gran vertido de hidrocarburos que accidentalmente provocó la central térmica de Aboño el pasado martes. Tres días en los que la desesperación y el nefasto recuerdo del «Prestige» han dejado sitio a las ganas por recuperar la rutina. Aunque todavía queda mucho por hacer y las tareas de limpieza podrían prolongarse varias semanas.

«Por poder, ya podemos salir a pescar», decía ayer José Ángel Gutiérrez, el patrón del «Abelán», único pesquero afectado en plena faena por el vertido de combustible. «Del faro para el Este es más complicado, y nosotros, primero por precaución y después porque no tenemos las embarcaciones listas, no saldremos todavía», añade. Aunque ya tienen planes para recuperar el día a día. «Pretendemos empezar a faenar el lunes, volver a la normalidad». «Otra cosa es que la gente quiera comprar pescado, aunque tenemos claro que no traeremos nada que no esté perfecto para el consumo», remata.

Las playas presentaban ayer un estado algo mejor. De hecho, los restos de galipote en los arenales del concejo habían disminuido notablemente. En buena medida, gracias al trabajo de un centenar de limpiadores profesionales. Por eso, el jefe de Bomberos de Asturias, Jaime Martín Herrero, que coordina las tareas desde el centro de operaciones instalado en el edificio Náutico de Candás, calificó la situación de «buena». En el mar, la situación también presenta mejorías, y las enormes manchas de fuel han dejado lugar a restos líquidos muy similares al gasóleo, en zonas como pedreros, o en los dos diques de Candás.

Los ocho grupos políticos que integran la Corporación municipal de Carreño firmaron ayer una declaración conjunta sobre el vertido de fuel, en la que se hace hincapié en la necesidad de que se eviten en el futuro catástrofes de este tipo, para lo cual pedirán al Principado «una modificación de la autorización ambiental integrada que en su día se otorgó a la central térmica, para endurecer y clarificar las exigencias en materia de protección del medio ambiente».

Porque, a pesar de que la situación era ayer algo menos preocupante, Carreño pedirá explicaciones. Y, para ello hay consenso. «Pediremos que se valoren los daños producidos, y se cuantifiquen las indemnizaciones económicas por los perjuicios ocasionados a la actividad industrial, comercial y turística, entre otros sectores, damnificados por los vertidos», rezaba el texto firmado por todos los partidos. Mientras, los paseantes miraban desde el paseo marítimo al litoral, algo menos negro, pero aún lejos de recuperar la completa normalidad.