Oviedo, J. ORDÓÑEZ

«Las ciudades de Oviedo y León estarán unidas por AVE en 2009». El pasado viernes se cumplieron siete años del inicio de la excavación de los túneles de la variante ferroviaria de Pajares, en cuyo acto inaugural comprometió el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, un calendario para la Alta Velocidad de Asturias que ya caducó hace tres años.

Con el líder socialista alejado de la política y con el popular Mariano Rajoy en la Moncloa, a mediados de julio de 2012 y en plena crisis económica, los túneles bajo la Cordillera, abiertos desde 2009, siguen sin equipar y, además, presentan graves problemas de filtraciones de agua. Y es que siete años después de que arrancara la primera de las cinco grandes tuneladoras que han tomado parte en la excavación, los asturianos siguen condenados al decimonónico paso del puerto y todavía no disponen de una fecha para la inauguración del nuevo tendido ferroviario hasta Pola de Lena. En la situación actual, ya puede darse por seguro que la Variante no será una realidad antes de 2014, dos años después del último plazo dado por el Gobierno de Zapatero y con cinco de retraso sobre aquel cálculo presidencial a pie de tuneladora.

El paso del tiempo ha sembrado de incógnitas el proyecto. La ministra de Fomento, Ana Pastor, aseguró poco después de tomar posesión que la Variante entraría en servicio en ancho internacional y sus colaboradores dejaron entrever en una visita a las obras que se instalaría traviesa de triple hilo, para compatibilizar el paso de trenes de ancho ibérico con los específicos de Alta Velocidad. Pues bien, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) no confirma aún si, finalmente, la opción elegida será el triple hilo con traviesa polivalente. «El Ministerio trabaja actualmente en la confección del plan de infraestructuras, transporte y vivienda, y ahí se decidirá qué tipo de traviesa se instalará», se limitó a indicar un portavoz del Adif interpelado por este diario.

Pese a los problemas con la impermeabilización de los grandes pasos bajo la Cordillera, Fomento confía en que la obra de plataforma de la Variante concluya a lo largo del segundo semestre del año. Después, procederá a la instalación de la denominada superestructura ferroviaria, que incluye las vías, las catenarias, la señalización y la seguridad. Hasta el momento, únicamente se han encargado las vías y el balasto, a la espera de la decisión final sobre las traviesas y el triple hilo. Fuentes conocedoras del proyecto aseguran que, una vez que esté todo adjudicado, las obras de la superestructura ocuparán unos 14 meses, de ahí que ya resulte poco menos que imposible la apertura del tramo en 2013. Una de las principales causas de la demora en esta parte del proyecto obedece al informe que el Ministerio de Economía emitió el 16 de agosto del pasado año, cuando todavía estaba encabezado por la socialista Elena Salgado, posicionándose en contra de la licitación por el método de colaboración público-privado de la instalación de las vías, la electrificación y seguridad de la Variante.