Oviedo, L. Á. V.

Los miembros del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) están consternados tras conocerse la muerte por envenenamiento de unos 40 buitres leonados en la parte leonesa de Pajares, algunos de los cuales formaban parte del programa de conservación que la entidad desarrolla en el valle del Trubia, único lugar con una colonia de estas aves carroñeras fuera de los Picos de Europa. Roberto Hartasánchez, presidente de FAPAS, se mostró indignado por esta matanza de buitres, que investiga ahora el servicio de protección de la naturaleza (Seprona).

Los animales fueron hallados anteayer, viernes, en Arbás del Puerto, municipio de Villamanín, en la vertiente leonesa de Pajares. Alguien dejó el cadáver de una vaca para atraer a los buitres. Se sospecha que la carcasa estaba envenenada, lo que causó la muerte a las aves. El Seprona y personal de la Junta de Castilla y León recogieron los cadáveres y ayer, sábado, fueron enviados a Valladolid para realizar las biopsias, cuyos resultados serán remitidos a Madrid, para determinar las causas de la muerte. En caso de confirmarse el envenenamiento, se abrirán diligencias por un delito contra la fauna.

Según Hartasánchez, algunos de los buitres envenenados formaban parte del programa de conservación de aves carroñeras en Asturias y se les había instalado un emisor vía satélite para estudiar su interacción con los parques eólicos. El programa está logrando que mejore la población de la colonia, a la que se alimenta de manera regular, especialmente en época de cría. Este tipo de envenenamientos es frecuente en Castilla y León, donde los ganaderos acusan a los buitres de atacar al ganado e incluso matarlo.