Joaquín de la Riva, el nuevo teniente fiscal de Asturias, y por tanto el segundo de la fiscalía en Asturias, asegura que están deseando concluir el «caso Marea», una investigación que ya dura tres años. Después de 32 años en la carrera fiscal, este ovetense de 58 años, inicia una nueva etapa en la que deja atrás, con pena, el área de Medio Ambiente, de la que se hace cargo el fiscal Alejandro Cabaleiro. A partir de ahora cubrirá al fiscal superior, Gerardo Herrero, y se encargará de revisar las acusaciones de sus compañeros «para buscar la unificación de criterios y corregir posibles olvidos o errores». Un trabajo ingente.

l «Caso Marea». El nuevo teniente fiscal opinó que el «caso Marea» ya se dilata demasiado. «Estamos deseando poner un punto final, porque no es bueno que las cosas se alarguen tanto tiempo. Una justicia que no es rápida no es justicia», indicó. De la Riva explicó la duración del caso por el hecho de que «siguen llegando cosas, y se está mirando si tienen relación o se pueden llevar separadamente. Todo se va a investigar, pero ya no dentro del "caso Marea"». Y añadió: «Por nuestra parte, vamos a intentar que esto concluya lo antes posible, para que se celebre al final el juicio, que es lo que todos deseamos». El problema, añadió De la Riva, «es que se trata de un sumario de 41.000 folios». Las ramificaciones y las conexiones son tantas que no hay forma de terminar. «Quizás hay más de lo que inicialmente se pensaba», aseguró.

l Aumento de la corrupción. El teniente fiscal explicó el incremento de casos de corrupción por «la carencia de recursos económicos, que motiva un mayor control sobre los mismos y el descubrimiento de muchas cosas». Según su opinión, «quizá hubo un déficit en el control de los recursos que llevó a la corrupción».

l Las tasas. Los fiscales se mostraron hace unas fechas contrarios a su aumento. Para De la Riva, «lo deseable es que no hubiese tasas, facilitar al máximo la justicia, pero es una decisión política por el déficit de recursos. Las primeras que se han conocido sí parecen a todas luces excesivas».

l Medios y personal. Para el teniente fiscal, «todo es mejorable», pero cree que «la fiscalía de Asturias es una buena fiscalía», como lo demuestran las inspecciones. «Los informes evidencian un buen funcionamiento, los tiempos en el despacho de los asuntos son muy razonables y muy por encima de la media nacional», indicó. «Cuantos más recursos, mejor, pero hay que ser prudentes en los tiempos que corren», añadió.

l Medio Ambiente. Después de 22 años encargado de asuntos de Medio Ambiente, De la Riva abandona con pena este cometido. «Era el momento oportuno, aprovechando que salió la plaza de teniente fiscal. Me voy muy tranquilo, porque queda en buenas manos», indicó. «En estos años ha habido un cambio diametral, como del día a la noche. Cuando empecé en 1991 sólo había un artículo en el Código Penal dedicado al Medio Ambiente. Desde 1995 hay todo un título. Se han creado las Bripas, se ha potenciado el Seprona. Todo esto ha contribuido a que aumente el número de sentencias». Para el fiscal, toda esta confluencia de esfuerzos está cambiando determinadas actitudes, «aunque erradicarlas es una labor que no corresponde a los fiscales». «Hay que trabajar mucho a las nuevas generaciones y poner de manifiesto que se puede actuar dentro de la ley: se pueden hacer quemas, pero autorizadas, con medios de precaución», señaló.

Una de las últimas sentencias favorables a la fiscalía fue la condena del alcalde de Ponga por hacer unas pistas sin permiso. «Ha sido muy mal interpretada. Jamás cuestioné si deberían haberse hechos esas pistas, lo que cuestioné fue que se hubiesen hecho sin los permisos y sin estudio de impacto. Hacerlas sin autorización supuso unos daños para el medio ambiente. Meter un palista a abrir una pista puede llevarse una especie protegida por delante», aseguró. Y se mostró orgulloso de las sentencias dictadas en materia urbanística. «Todas han sido condenatorias y han llevado aparejada la demolición de las viviendas construidas en zona protegida», finalizó.