Oviedo, E. G.

Una gestión unificada y más moderna para las cinco cuevas es un objetivo que está sobre la mesa de la Consejería de Cultura. El organismo público Recrea gestiona el centro de interpretación de Tito Bustillo, el único equipamiento de este tipo, junto al de La Peña de Candamo, que funciona en Asturias. Otros muchos proyectos alrededor de las grandes referencias del arte rupestre asturiano, no sólo de las que son Patrimonio de la Humanidad, están en situación de espera a causa de la crisis. Actuar sobre algunas cuevas es imprescindible. En otros casos, además de imprescindible es urgente.

El director general de Patrimonio recuerda viejas asignaturas pendientes. El eucaliptal que surge encima de la cueva de Les Pedroses, en Ribadesella, amenaza a este pequeño santuario del arte rupestre asturiano. «Hay raíces de cinco metros dentro de la cueva, algunas al lado mismo del panel principal», explica Rodríguez Asensio. Otro ejemplo concierne a una de las cuevas principales, la de El Pindal, sobre la que funciona una explotación ganadera, dice. «A veces el olor a purines dentro de la cueva es muy intenso», lo que prueba -según los técnicos- que hay filtraciones. Patrimonio avisa: «Yo no tengo capacidad para quitar vaquerías ni cortar eucaliptos, pero sí para dar el diagnóstico de lo que sucede».