Oviedo, Rosalía AGUDÍN

El Servicio Asturiano de Consumo, perteneciente a la Dirección General de Salud Pública del Gobierno regional, exigió ayer a las entidades bancarias la supresión en los contratos hipotecarios de la cláusula del suelo -aquella que impide que los clientes se beneficien de las posibles bajadas de los tipos de interés-. Esta petición surge después de que en el pasado mes de mayo el Tribunal Supremo calificase estas estipulaciones de «abusivas». Según la sentencia, BBVA, Novagalicia y Cajamar no realizaron un «ejercicio de transparencia», ya que la información que se les proporcionó a los clientes en el momento de la firma fue «insuficiente» al incluir la cláusula «entre una gran cantidad de datos que dificultaron su comprensión».

Desde la emisión del fallo, los afectados pueden acudir a su entidad bancaria para exigir que esta cláusula se elimine de sus contratos hipotecarios. En caso de que a los dos meses el afectado no reciba respuesta podrá denunciarlo directamente ante el Servicio de Consumo del Principado, que estudiará la demanda y procederá a la apertura de un expediente sancionador contra la entidad bancaria.

En España existe un total de cuatro millones de hipotecas que tienen incorporada la cláusula suelo. Su eliminación supondrá para el consumidor una fuerte rebaja económica, especialmente para aquellos préstamos firmados a un plazo de veinticinco años. A partir de la modificación, el cliente dejará de estar sujeto a los tipos de interés que existían en el momento en el que firmaron la hipoteca, y estos se empezarán a calcular en función de las variaciones habituales de los tipos.