Director de la Fundación Teaming

El asturiano Francisco Aréchaga Alonso (Avilés, 1972) es el director de la Fundación Teaming, organización con sede en Barcelona que opta al premio de la Concordia 2013 que concede la Fundación Príncipe de Asturias. Ingeniero superior de Telecomunicaciones, Aréchaga trabajó en varias multinacionales y fue directivo de Everis. Casado y con tres hijas, cada verano pasa sus vacaciones en Salinas, donde practica una de sus pasiones, el surf. El portal de microdonaciones que dirige se está convirtiendo en un auténtico fenómeno social. Antes de comenzar la entrevista, pone en antecedentes.

-El «teaming» es una iniciativa que puso en marcha Jil van Eyle en 1998. Su hija padecía una grave enfermedad e impulsó un sistema de microdonaciones para recaudar fondos y que se convirtió en una fórmula para ayudar a los demás. Así, de manera altruista, empleados de las empresas donaban un euro de su nómina a un proyecto solidario escogido entre todos.

-¿Y cómo surgió su vinculación al «teaming»?

-En 2006 los empleados de Everis, multinacional para la que trabajaba, intentamos hacer «teaming». Y fuimos incapaces de que nos quitaran un euro de la nómina, porque había que hacer mucho papeleo, había que configurar el sistema informático... Ahí quedó el intento frustrado. Y pensábamos lo bonito que sería hacer «teaming» desde fuera de la empresa, a través de un portal de internet en el que se pudiera donar de la cuenta corriente sólo un euro al mes, de manera voluntaria y recurrente.

-Y esa idea fructificó.

-Así es, el impulsor de la idea original (Jil van Eyle) se puso a trabajar como responsable de la Responsabilidad Social Corporativa del grupo Intercom, la mayor empresa de internet de España. Su presidente y visionario de internet, Antonio González Barros, se enteró de que sus 800 empleados hacían «teaming» y se hizo uno más. Así que pensó en llevarlo a un portal, dado el potencial enorme que la iniciativa tenía en internet. Intercom se puso en contacto con Everis para poner en marcha el programa, y yo lideré esa parte del trabajo. Entonces se creó la Fundación Teaming, y es donde nacen el portal y el órgano jurídico que lo regula.

-¿Y cómo evolucionó?

-Lo que nació en enero de 2012 como un portal pequeñito para donar empezó a crecer a ritmos exponenciales. Tenemos más de 1.500 causas sociales, y de todo tipo (muchos relacionadas con la infancia y con animales).

-¿Cómo funciona?

-Una persona da de alta en el portal (www.teaming.net) una causa social, empieza a hacer promoción a través de sus redes sociales y la gente se va adhiriendo. Sólo puedes donar un euro al mes, es un proceso muy democrático, como «una persona, un voto». Da igual el dinero que tengas, todos tenemos el mismo peso. Otra variable que causa mucho efecto en internet es que no tiene comisión alguna (el euro va neto a la causa social).

-¿Y de dónde viene su implicación en el proyecto?

-Yo tengo empresas de internet y hacía mucho tiempo que quería colaborar con la sociedad, pero nunca me vi con el ánimo de irme a África (tengo mujer y tres niñas). En Teaming vi la oportunidad de poder colaborar de forma altruista en la sociedad: era un proyecto de internet, exigía muchísimos conocimientos de tecnología, y por eso me involucré.

-Por lo que cuenta, no hay negocio, todo es causa social.

-Es un proyecto solidario en toda regla. Es la plataforma del pueblo, le hemos dado a cualquier persona la oportunidad de liderar una causa social.

-¿Un ejemplo?

-El caso de Richi, un niño de 6 años afectado de un tumor cerebral muy agresivo y difícil de combatir. Recabamos dinero para costear el tratamiento y dar apoyo económico a sus padres, que han tenido que dejar el trabajo para dedicarse a tiempo completo a su niño. Se lo han tenido que llevar a Boston. Fue un amigo del padre de Richi el que abrió un grupo de «teaming». Pues todos los vecinos de su pueblo, Palamós, dan un euro al mes para la causa social y cada cuatro meses recaudan suficiente dinero como para pagar las inyecciones de quimioterapia del niño. Hay cada historia...

-Cuénteme alguna más.

-Los macarrones solidarios. Un matrimonio valenciano se puso a hacer todos los domingos macarrones para los pobres. Pero llega un momento en el que dan tantas raciones que no pueden pagarlas. Y ponen en marcha un «teaming». Gente de toda España está aportando un euro a esa causa social, dar de comer a gente sin recursos de Valencia. Hemos dado una plataforma a la sociedad para que ella misma cree las causas sociales y las financie.

-¿De cuánto dinero estamos hablando?

-El último mes recaudamos 41.970 euros, pero cada vez es más. A esa cantidad (no suele caer, la gente no se está dando de baja) se suman las nuevas donaciones. Hemos recaudado ya 240.000 euros en poco más de un año.

-Y se plantean el objetivo de los mil millones. ¿En cuánto tiempo?

-Son reglas de internet. Nosotros no estamos gastando absolutamente nada en publicidad, todo el crecimiento es de boca a oreja. Si tienes un crecimiento exponencial en internet sin publicidad, esa expansión puede continuar muchos meses y saltar fronteras. De hecho, tenemos los primeros grupos portugueses, italianos, franceses; Teaming se está internacionalizando. Si extrapolamos eso durante cinco años, obtenemos la cifra de mil millones de euros. Si se cumple o no, será otra cosa, pero las reglas naturales de internet nos dicen que será así.

-¿El hecho de estar en crisis ha contribuido?

-Sí, ayuda. Hay gente que sabemos que no puede dar ese euro y lo sigue aportando. Nos escriben diciéndonos que están enamorados del proyecto, que están en el paro, que no tienen apenas dinero pero que no pueden dejar de dar un euro para gente que está peor. Es donde vemos que tenemos una sociedad comprometida, algo que con la crisis ha aflorado más. Más de 30.000 personas en un año han puesto su cuenta corriente a disposición de una causa. Tenemos una mujer que está en ochenta causas y la hemos llamado para preguntarle si está segura. ¿Sabe cuál ha sido la respuesta? Son los ochenta euros mejor invertidos de mi vida.

-Si todos aportásemos en España un euro a una causa social, se podría solucionar...

-Se podría solucionar el hambre en España. Es así de simple. No habría absolutamente nadie en exclusión social. Serían 48 millones de euros recaudados al mes. Un euro es el mínimo acto de voluntad de querer ayudar a algo. Desde un punto de vista económico, se podrían solucionar cientos de problemas que hay en España.

-Optan al premio «Príncipe» de la Concordia 2013.

-Fue la Universidad de Barcelona la que nos propuso a los premios como candidatos, y la Fundación Príncipe la aceptó. No sabemos cuántas personas nos han apoyado en la candidatura. Estamos expectantes. Pero, sinceramente, sólo el hecho de que te reconozcan como candidato ya es de agradecer y nos da relevancia. Lo que nos importa es que esto se conozca, para que todo el mundo done un euro.

-¿Una causa social que le haya tocado el corazón en especial?

-A mí la que me llegó al corazón fue la de Richi. Y otra iniciativa que ha tenido mucho impacto es la de Alba, que ha fallecido hace unos días. En el caso de Alba había dos grupos. El primero no era directamente para ella, arrancó un «teaming» para la lucha contra el cáncer infantil. Su cáncer se complicó mucho (al principio tenía cobertura pública), y puso en marcha otro para poder pagar su tratamiento privado. Tiene más de 4.000 seguidores y ahora Alba ya no está, pero sus padres quieren que se convierta en la figura que represente la lucha contra el cáncer infantil. Si todos diésemos un euro, estaríamos recaudando 40 millones al mes para ese fin. Nosotros mismos, como sociedad, podríamos matar el cáncer si quisiéramos y pudiéramos. Pero Richi fue el primer niño que hizo alrededor de su causa un movimiento, y que todo un pueblo como Palamós diese un euro para ese niño y le pagaran las inyecciones de quimioterapia (cada una cuesta 4.000 dólares) a todos nos llegó al corazón.

-Muchas de las causas sociales están relacionadas con niños.

-Sí, tenemos muchas iniciativas relacionadas con niños, familias en exclusión social y grupos relacionados con animales. Estos últimos tienen muchísima fuerza, son grupos de entre 300 y 500 seguidores. Pero también estamos viendo cosas asombrosas. Como sólo se puede donar un euro al mes, hay gente que está organizando compras de comida para personas en riesgo de exclusión social, se van al supermercado de turno y éste envía la compra a los beneficiarios. Estamos sirviendo de plataforma para aglutinar voluntarios de ayuda alrededor de causas sociales.

-¿Un ejemplo de que la solución a muchos problemas está en nosotros mismos?

-Sin duda.

-¿Y los políticos para qué?

-Para cumplimentar. La propia sociedad es capaz de autorregularse. Es la propia sociedad la que rompió los valores del pelotazo urbanístico, de la corrupción. Los políticos son un fiel reflejo de parte de la sociedad, pero somos nosotros los que tenemos que reestructurarla a nivel económico y social y volver a los valores originales. Lo que hacen falta son motores para que la gente colabore.

-Estamos hablando de proyectos solidarios. ¿Cualquier iniciativa tiene cabida en Teaming?

-La plataforma es agnóstica a las causas, puedes incluso activar una para recaudar dinero para irte de vacaciones, pero nadie te va a seguir. Se podría perfectamente abrir una causa para mantener el museo de cualquier pueblo, para levantar el parque que está en ruinas y que el Ayuntamiento no tiene dinero para sufragar... cualquier causa tiene cabida.